Muhammad Yunus estuvo en Ceuta el pasado domingo para recibir el octavo Premio Convivencia. Durante su discurso, Yunus repasó la labor del Banco Grameen, una organización especializada en la concesión de microcréditos a familias pobres para buscar una posible salida de su precaria situación.
El nuevo Nobel de la Paz aseguraba en Ceuta que en principio sólo pretendía "dejar algún dinero a mujeres pobres, pero todos me decían que no era posible porque prestar dinero es muy serio". Hoy en día el Banco Grameen cuenta con más de tres millones y medio de prestatarios que son en su gran mayoría propietarios de la entidad. Yunus afirmó en Ceuta que salir de la pobreza es posible y que espera que "algún día tengamos un mundo en el que la pobreza sólo se pueda visitar en museos de la pobreza, pero no se vea en la sociedad".
La portavoz del Gobierno de la Ciudad, Yolanda Bel, ha mostrado la satisfacción del Ejecutivo con la concesión del Nobel al último Premio Convivencia, lo que demuestra lo acertado de su elección.