La Merced: esa fiesta en la que los premios vuelan; esa que Instituciones Penitenciarias acostumbra a celebrar religiosamente cada 21 de septiembre en honor a su patrona, Nuestra Señora de la Merced; esa que, pese a que la actual directora de Fuerte Mendizábal ha señalado como "un día más en el quehacer diario de prisiones", constituye la cita más importante del calendario de cualquier funcionario que se precie.

La cárcel ha vuelto a hacer las veces de escenario de un populoso acto en el que, a ojo de buen cubero, han tomado parte alrededor de trescientas personas entre autoridades, empleados del propio penal, familiares, amigos e invitados. El dichoso encargado de presidir la ceremonia ha sido Rafael García, a quien la cita le ha valido su estreno en una Merced como máximo representante del Gobierno central en suelo caballa. Ausente ha estado Juan Vivas, al que le ha cubierto el vigente titular de Presidencia y Gobernación, Alberto Gaitán.

Al igual que en anteriores ediciones, el evento arrancaba con una más que acostumbrada entrega de galardones. El primero en recibir un reconocimiento ha sido el jefe de la Comandancia General, Marcos Llago, galardonado por la institución a cuenta de su "inestimable colaboración en materia de seguridad exterior", así como por su "impulso a la realización de actividades de reinserción".

Abierta la lata, la organización ha concedido dos medallas adicionales al Mérito Penitenciario: la una, a ACEFEP, por "su dedicación, compromiso y constante disposición con el Centro Penitenciario de Ceuta en la atención a los internos con enfermedad mental"; la otra, a Francisco Javier Familiar González, por "su dilatada trayectoria profesional y su elevado grado de compromiso institucional e iniciativa como coordinador de Servicio Interior".

Seguidamente, han tenido lugar las menciones honoríficas; ocho en total. Las mismas encuentran su razón de ser en "la atención al manifiesto sentido del deber en el desempeño de las funciones encomendadas y el cumplimiento satisfactorio y responsable de las tareas asignadas". La relación de condecorados es la que sigue:

-Juan Carlos Fernández Ruiz

-Alain Velasco Millán

-José Enrique Anaya Avilés

-Alfonso Orihuela Sánchez

-Francisco Javier Mesa Villalba

-Moisés Requena Jiménez

-José Antonio Brea Butrón

-Agustín Amor Perino

En lo que a placas de reconocimiento se refiere, la parrilla de agraciados ha quedado conformada de la siguiente forma:

-Área de Administración

-Entidad Estatal de Trabajo Penitenciario y Formación

-Departamento de Informática

-Departamento de Seguridad

-Área de Tratamiento

La clausura de la ceremonia ha corrido a cargo de la propia directora del centro, Nonia Velázquez, quien, tras pasar por la Subdirección, se estrenó en el cargo hace escasamente dos meses luego de que el exdirector, Pablo García, dejara el puesto vacante para asumir las responsabilidades de la Dirección General de Presidencia dentro del Ejecutivo local.

Velázquez se ha enfundado el mono de oradora para dirigirse, sin excepción, a todos y cada uno de los premiados, a los que ha dispensado su "máximo reconocimiento y consideración". "Esta festividad reconoce el esfuerzo y el compromiso de personas excepcionales y comprometidas como vosotros", arengaba.

Pese a su prematuridad como máxima dirigente de la cárcel, Velázquez se ha confesado "orgullosa de liderar un equipo tan profesional". "Esta Dirección se siente muy afortunada de encabezar una plantilla con tan buenos profesionales", revelaba. "Gracias por vuestra disposición permanente; sois todo un ejemplo", añadía.

La ronda de agradecimientos se la han llevado el propio Pablo García (y el resto de su antiguo gabinete), los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con presencia en la ciudad autónoma, el personal que da forma al gremio de la Justicia y las entidades del tercer sector. Todos ellos, según Nonia, "han colaborado activamente en todo lo que se les ha solicitado desde el centro".

A pesar de que "la institución penitenciaria es, a veces, una gran desconocida para la ciudadanía", Velázquez tiene claro que "la misión encomendada sería una quimera si no fuera por el esfuerzo de todos los hombres y mujeres que lo hacen posible".

Antes de dar por concluido su discurso, la gestora ha tenido a bien dedicar unas palabras a la población reclusa: "Detrás de cada celda, hay personas con diferentes historias de vida, carencias y aspiraciones". A este respecto, el objetivo del penal no es otro que "brindar a los presos un entorno seguro y oportunidades de crecimiento". "Debemos, entre todos, trabajar para lograr una sociedad más justa e igualitaria", remataba.