Todo el mundo irrita al resto en la selva del asfalto caballa, territorio de todoterrenos con muchos caballos y prisa. A los viandantes les sublevan los ciclistas que usan las aceras y, sin profundizar en la diversidad peatonal (qué decir de quien lleva un carro de bebé o va en silla de ruedas), los coches que se encaraman a las aceras, motivo de 167 denuncias solo el mes pasado de la Policía Local.

A los automovilistas les sacan de quicio los que pedalean, a derecha e izquierda, a veces en pareja o pelotón acongojados, qué gente, porque ralentizan los desplazamientos a motor... ¡Piiii!, ¡piiii!. A los velocipedistas les enfadan los arrojados del volante, tan F1, los taxistas al límite, el nulo respeto al metro y medio de separación como seguro de vida en los adelantamientos. Y por todos lados, brrrum, brrrum, las motocicletas.

En esta jungla han emergido como especie alóctona pero gran pujanza los patinetes eléctricos, que lo mismo acaloran a los conductores cuando van por el asfalto ahí tan indefensos que a los que circulan a pie cuando lo hacen por vereda.

La realidad ha atropellado, no solo en Ceuta, a las instituciones y a la normativa. En medio de este sindiós, en Ceuta se ha abierto un pequeño tramo, el primero, de carril-bici, una iniciativa pionera que discurre desde los Jardines de la Argentina hasta el final de la barriada de la Estación de Ferrocarril y que debería, según los planes esbozados por Ciudad y Delegación, ser el germen de un proyecto más ambicioso que llegaría desde Santa Catalina hasta Benzú.

"La Viceconsejería de Gobernación", han explicado fuentes del Gobierno de Ceuta, "está trabajando, porque ahora mismo no hay ninguna normativa específica, para que en unos meses se pueda con ella y regular no solo el carril-bici sino también la circulación de los patinetes eléctricos". El Ejecutivo se está inspirando en las desarrolladas por otras Autonomías.

Entretanto, el tramo señalizado para bicicletas se ha convertido en otro campo sin vallar. Igual que en Centroeuropa, donde es fácil reconocer a un foráneo por caminar por los carriles bici como si tal cosa, en los Jardines de la Argentina la circulación peatonal se ha concentrado precisamente en el espacio reservado para pedalear, los pasos de cebra no se respetan y nadie parece ser consciente de la delimitación de ese nuevo canal.

La DGT se ha pronunciado en varias ocasiones para recordar que los carriles bicis son de uso exclusivo para los ciclistas, que tampoco pueden considerarlos un velódromo, obviamente, para transitar a velocidades imprudentes (la FEMP recomienda entre 10 y 20 kilómetros por hora).

En una ciudad en la que existan y se construyan carriles bici, según la Fundación Mapfre, se puede llegar a incrementar hasta un 171% el número de ciclistas que utilicen ese vehículo para la movilidad urbana, muy escasos todavía en Ceuta pese a que la ciudad suma casi 290 días al año sin precipitaciones.

La última versión conocida del nuevo PGOU establece que las propuestas que se planteen en su revisión "deben propiciar un modelo de ciudad que posibilite la adecuada calidad del medioambiente urbano, facilitando tanto las relaciones sociales como el intercambio personal" y anuncia que "las actuaciones se encaminarán a la mejora de la trama urbana mediante un adecuado tratamiento del espacio público, considerado éste como uno de los aspectos significativos de la calidad de vida de los ciudadanos" a través de "una revisión sistemática de la red viaria a nivel de funcionalidad basada en tres líneas de actuación: refuncionalización de la red existente, proyecto de nuevas secciones e intersecciones y, a nivel formal, la configuración el espacio público en paseos, avenidas y plazas".