CEMENTERIO

La pandemia deja a los mayores en casa en el día de Todos los Santos

La pandemia deja a los mayores en casa en el día de Todos los Santos
Cemenerio Todos los Santos
Cemenerio Todos los Santos

Es un día raro en el cementerio de Santa Catalina. Es el primero de noviembre, festividad de Todos los Santos y el camposanto presenta una actividad inusual comparada con la tranquilidad reinante un día cualquiera. Pero falta algo. Hay cierto trasiego, gente afanada en adecentar nichos aquí y allá, apenas una veintena en todo Santa Catalina… Pero no es lo mismo. Falta algo, falta ese eslabón que mantiene viva la tradición de acudir al cementerio en estas fechas: los mayores.

Este día de Todos los Santos del año 1 del coronavirus, la pandemia ha dejado a los mayores en casa, a salvo de posibles contagios, y ha mostrado la cruel estampa del futuro de algunas tradiciones, que se mantienen vivas en manos de generaciones que poco a poco van desapareciendo y con ellas viejas costumbres. Este Todos los Santos sin abuelos rindiendo homenaje a los suyos es prueba de ello. Los nietos están también en casa, pero lamentando haberse quedado sin celebrar Halloween.

Lo avisaba el taxista camino de Santa Catalina: “Es el primer viaje al cementerio que hago hoy, los abuelos se han quedado en casa con la que esta cayendo”. Serán solo los abuelos los que se han quedado en casa, porque el camino hasta el cementerio está trufado de alegres caminantes embutidos en ropas de no menos alegres colores (y con mascarilla, eso sí) e impetuosos corredores y briosos ciclistas (todos sin mascarilla). Pero los alrededores del cementerio municipal presentan otra estampa. Varios taxistas esperan en cola y unas pocas personas entran o salen. 

Si hay un termómetro del día de Todos los santos son las flores y este año hace ya una hora que pasó el mediodía y los puestos siguen ahí y aun queda mucho género. “Otros años a estas horas ya no tendríamos flores”, resume Isa, de la Floristería Lara. “La venta en el cementerio es de personas mayores, son tradiciones y claro, sus hijos, su familia, no les dejan venir al cementerio y se ha notado mucho. Y se anotado, los hijos compran pero no que compran ellas ni le ponen flores atenta gente como ellas”.

En compensación, sí se ha notado un pequeño aumento de ventas en los días previos. “Desde hace un par de semanas hacia acá se está notando más venta de cementerio durante los fines de semana, para evitar venir en esta fecha”, explican desde Floristería Lara, que, admiten, no se pueden quejar tampoco de las ventas, supieron prever el impacto de la pandemia en la festividad de Todos los Santos.

En los accesos al cementerio —hasta cinco previstos por el dispositivo desplegado por la Ciudad— toma de temperatura y la misma impresión que en los puestos de flores. “Ha venido mucha menos gente de la que esperábamos, ha habido un goteo toda la mañana, pero no como otros años”. Dentro el silencio habitual parece hoy hueco. Un abuelo se afana en frotar un nicho encaramado a una escalera de aluminio ante la mirada atenta y preocupada de una mujer, probablemente su hija. Él, como la anciana que avanza parsimoniosa hacia la salida, son los escasos ancianos que se ven hoy en Santa Catalina. Ellos no se han querido quedar en casa y se han empeñado en mantener viva la tradición y visitar a sus muertos, diga lo que diga la COVID-19.

La pandemia deja a los mayores en casa en el día de Todos los Santos


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