Ante estas sospechas los agentes comprobaron si en el vehículo se encontraba escondido algún inmigrante, pero lo que encontraron fueron 261 bloques de resina de hachís ocultos en los huecos bajo los asientos. La droga tenía un peso de 440,64 kilogramos, con un valor aproximado en el mercado de 620.000 euros.
La Policía detuvo a los tres ocupantes del vehículos, un marroquí con residencia en Bélgia, un ciudadano belga y otro del Reino Unido. Todos han pasado a disposición judicial.