Una vez recepcionada la obra se iniciaría la mudanza, que se realizará precisamente teniendo en cuenta la comodidad de los usuarios, que están “deseando” según la Consejería cambiarse al nuevo edificio. El plazo para realizar el traslado, que puede variar dependiendo de las circunstancias, se prolongaría durante 3 ó 4 días, siempre intentando provocar el menor número de molestias posible.
Mientras tanto, los mayores permanecerán en el antiguo inmueble, que el pasado 21 de abril superó las pruebas de carga supervisadas por los técnicos de la Ciudad, lo que evitó el traslado apresurado de los residentes. Previamente, el PSPC había denunciado el estado del edificio antiguo que sufría un importante deterioro en su estructura según desvelaba un informe encargado por la Ciudad y que se elaboró el pasado mes de noviembre. El inmueble presentaba problemas en el forjado de varias zonas y roturas en varias vigas, por lo que el informe recomendaba, además de obras para mejorar la cimentación de varias zonas, emprender un proyecto de refuerzo o sustitución de la totalidad de la estructura del edificio.