La Ciudad y la Universidad de Málaga (UMA) van a poner en marcha la segunda edición del programa de Prevención de la Delincuencia de Menores Extranjeros en las calles de Ceuta (PREMECE) siguiendo la estela del trabajo desarrollado durante los años 2018 y 2019, cuando se trabajó con 229 jóvenes y se logró que un tercio (68) volviese con sus familias en Marruecos o aceptase entrar en 'La Esperanza'.

La Administración local pondrá 121.000 euros para reactivar el ‘equipo Drari [colega, amigo, en dariya]’ e intervenir con los menores migrantes en situación de calle que se encuentran sobre todo en el área portuaria “de manera personalizada”, ofreciendo “respuestas individualizadas a sus necesidades, tales como higiene, salud y protección jurídica, entre otras, las cuales permitan el tratamiento a seguir como parte del proyecto de intervención e investigación de la prevención de situaciones de vulnerabilidad, con especial atención a situaciones de victimización y delincuencia”.

La UMA implementará el proyecto a través del Instituto Interuniversitario de Criminología (IAIC) y, en particular, del Observatorio Criminológico del Sistema Penal ante la Inmigración (OCSPI) para el desarrollo de “estrategias de prevención secundaria y terciaria de comportamientos delictivos” y “fomentar un estilo de vida prosocial en ellos evaluando científicamente los resultados de dichas estrategias”.

El nuevo programa contendrá “el diseño de las actuaciones, la planificación de su ejecución, la metodología y los objetivos de las actividades a realizar, la relación de contenidos incluidos en el desarrollo de cada actuación, el calendario temporal, los recursos y medios necesarios para llevarlo a cabo y la relación de los indicadores que empleará para el seguimiento y evaluación” del proyecto.

El trabajo realizado a partir de una iniciativa pionera a nivel nacional impulsada en 2018 por la jefa del Área de Menores de la Ciudad, Antonia Palomo, se orientó tanto a “prevenir la delincuencia” como “la victimización” de esos jóvenes con “una intervención personalizada y especializada” sobre los menores que rechazan las medidas de asistencia de la Ciudad “por miedo a ser repatriados, por frustración del menor, por conflicto de intereses entre el menor y el centro de acogida, por falta de adaptación del centro a las necesidades del menor, por los atractivos de la calle, etcétera”.