Después de un mes de anuncios sin nada detrás salvo intenciones, la empresa promotora de la fallida corrida de toros se lleva la polémica a Madrid. ‘Taurohispania Milenium’ ha convocado este lunes una rueda de prensa en el Hotel Wellington para denunciar “un nuevo ataque a la Tauromaquia en territorio español”. En la convocatoria a los medios, el empresario, Esteban Díaz, replica el habitual discurso de Vox y alerta de que  en la ciudad autónoma “se pretende erradicar las tradiciones españolas”.

El empresario y promotor del espectáculo, CEO de la empresa —fundada este pasado mes de febrero en Madrid—,  y Ritter, el torero principiante “—sin apenas experiencia”, como admitía él mismo en su presentación en Ceuta— se erigen en mártires de la tauromaquia y reclaman “apoyo para poder dar voz a esta lamentable situación”. 

Díaz aprovecha la convocatoria de prensa para dar su versión de los hechos, que considera “un nuevo ataque a la tauromaquia en territorio español” y señala implícitamente al Gobierno local, al que responsabiliza de la imposibilidad de celebrar el evento taurino, pese a que ni se ha presentado aún solicitud formal, ni ha sido posible encontrar una ubicación para la plaza de toros portátil. 

Pero lo cierto es que la denuncia del promotor retuerce la realidad para magnificar la ofensa y encontrar culpables. Pese a que la primera reunión del promotor con el consejero de Cultura, Carlos Rontomé, con Esteban Díaz se produjo el 17 de agosto, 24 horas antes de que la promotora anunciara el evento taurino en Ceuta en la prensa especializada, el empresario promotor asegura ahora que fueron “meses de negociaciones”. Tiempo en el que según su versión siempre contó con el “beneplácito” de la Ciudad y de los “homenajeados”, la Legión. 

“Tras varios meses de negociaciones con las autoridades competentes ceutíes y contando con el beneplácito de los homenajeados, la empresa promotora y el espada anunciado recibieron una repentina negativa para poder obtener los permisos de localización; imposibilitando la opción de emplazamiento en todos los espacios previstos e impidiendo todas las alternativas. Siendo éste un nuevo ataque a la Tauromaquia en territorio español”, explica el empresario en un comunicado, obviando que los terrenos solicitados hasta ahora —nunca formalmente— no son propiedad de la Ciudad, sino de la Autoridad Portuaria o Ministerios como el de Defensa e Interior y que los “homenajeados” se desmarcaron del evento taurino apenas 48 horas desuñes del anuncio.

A la vista de que ni la Ciudad ni los legionarios “homenajeados” tienen interés alguno en la corrida de toros, ni hay tampoco una afición taurina dispuesta a luchar por la tauromaquia en la ciudad autónoma, la empresa promotora ha decidido proseguir la pataleta en Madrid para tratar de mantener viva la polémica.