Este sábado festivo en Ceuta ha transcurrido con la normalidad habitual de otros 13 de junio, el buen tiempo reinante ha empujado a la ciudadanía a los arenales de las playas donde ha sido casi imposible mantener la distancia de seguridad de 2 metros recomendada por las autoridades sanitarias con el objetivo de dificultar la propagación del virus. Pero más allá de esa foto habitual cada festivo 13 de junio, el día deja otra mucho más triste, la de un entorno de la ermita de San Antonio sin fieles y sin romería, suspendida, precisamente por la pandemia, y dónde este año debía haberse conmemorado el año jubilar antoniano.

Ni la tradición de los panes, ni la romería, ni la procesión, ni la verbena, nada de nada, en una normalidad rota por un bicho microscópico que ha puesto fin a la fiesta a lo largo y ancho del planeta y también a puesto en pause las tradiciones más arraigadas como esta de San Antonio.

Aún así muchos fieles han aprovechado el bueno tiempo para hacer coincidir su paseo sabatino en la ermita y mostrar sus respetos o directamente se han acercado.

La ermita sí ha acogido una misa en honor al santo a la que han acudido en representación de la Ciudad Autónoma el presidente, Juan Vivas, y el consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé. El oficio ha estado limitado a 20 personas con motivo de las restricciones y medidas de seguridad necesarias para evitar la propagación del COVID-19.

Otros miembros de la Asamblea, como el diputado de Caballas, Mohamed Alí, han usado las redes sociales para recordar la tradición. El de Caballas ha colgado una foto de su participación en el año 2016 en la Romería y ha recordado que “Siempre he creído que el respeto a la diversidad cultural de Ceuta debe ser la base para construir una sociedad justa, prospera y de futuro. #FelizSanAntonio”.