CAMPO DE VOLUNTARIADO

La valla, el Tarajal, el Príncipe… cuando los atractivos turísticos de Ceuta salen en las noticias

La valla, el Tarajal, el Príncipe… cuando los atractivos turísticos de Ceuta salen en las noticias
Entrada masiva de miles de marroquíes por la frontera del Tarajal-6
Entrada masiva de miles de marroquíes por la frontera del Tarajal el 17 de mayo de este año.

Una veintena de jóvenes llegados de todos los puntos de España participan en el Campo de Voluntariado Joven que organiza la Casa de la Juventud. Su misión: conocer la realidad de Ceuta con sus propios ojos y compararla con lo que ven en los informativos.


Las imágenes de la entrada masiva de miles de marroquíes por el espigón del Tarajal aún perviven en la retina de los jóvenes venidos de diferentes puntos de España para sumarse al Campo de Voluntariado Joven que organiza la Casa de la Juventud en Ceuta. Veinte chicos y chicas que solo conocen Ceuta por los informativos. Para ellos, como para tantos españoles, los hitos de esta desconocida ciudad en continente africano son la valla del perímetro fronterizo, la playa de la frontera del Tarajal o la barriada del Príncipe.

Hanna viene de Santander y confiesa que llega a Ceuta para contrastar la realidad que ve en los informativos, asomarse a la primera línea del drama de la inmigración y ver en primera persona la mezcla de culturas en una ciudad tan lejana y desconocida, pero “muy interesante”. Los motivos que han traído hasta Ceuta a Katia, de Bilbao, son muy parecidos: “Sí tenía una idea de que había cuatro culturas aquí pero lo principal es lo que se vio hace un par de meses, el salto (en referencia a la entrada masiva de más de 10.000 marroquíes en las jornadas del 17 y 18 de mayo).“ Y esa es también la imagen que tenía mi familia o mis amigos”, reconoce Katia, “cuando dije que venía Ceuta, de hecho todo el mundo creía que venía trabajar de voluntaria con Cruz Roja o algo así, pero tuve que explicar que no, que yo venía a hacer turismo. Pero esa es la imagen que nos dan medios, la que tienes antes de llegar”, admite Katia. 

“Más allá de lo que sale en los medios, yo me lo cuestiono todo, si no lo vivo no lo puedo corroborar”

A Roberto le pasó igual con sus amigos de Badajoz, todos pensaban que venía de voluntario a tareas humanitarias, pero no. Él viene a conocer una ciudad que de otro modo no habría visitado. Y ha querido llegar limpio de prejuicios, sin googlear nada sobre la ciudad antes de juzgarla con sus propios ojos. “En España hay ciertas zonas de las que no se escucha mucho hablar y una de ellas es Ceuta, como pasa con Extremadura. Lo que quiero de la gente de mi comunidad es que no tengan expectativas, que vengan sin ningún prejuicio”. Roberto, como el resto, todo lo que sabe de Ceuta lo ha visto en titulares e imágenes de televisión, generalmente en la sección de inmigración o sucesos. Y ahora lo quiere ver con sus propios ojos:  “Más allá de lo que sale en los medios, yo me lo cuestiono todo, si no lo vivo no lo puedo corroborar”. Ambos coinciden además en que son muchos los que les han pedido que anden con cuidado. “Las típicas frases de ten cuidado, como si fuera esto una zona peligrosa, pero yo vengo a conocer la ciudad y a difundirla a nivel autonómico”.

Ninguno oculta que, además de disfrutar de los paisajes, las playas y la noche de Ceuta y conocer su riqueza cultural y natural, se mueren por acercarse a la valla, asomarse a la frontera del Tarajal o adentrarse en las callejuelas multicolor de la barriada del Príncipe, los tres ejemplos mas mencionados por los chavales consultados.“No consideró que sea morbo —tercia Katia— lo estás viendo todos el rato en los medios y quieres saber lo que es y lo que pasa a esa gente. A mi me pilla super lejos, de norte a sur, pero verte ahí seguramente sea chocante”.

“No consideró que sea morbo —tercia Katia— lo estás viendo todos el rato en los medios y quieres saber lo que es y lo que pasa a esa gente"

Ignacio viene de Pamplona (la proporción de ‘norteños’ en el Campo del Voluntariado es más que notable). “La verdad es que tenía muy poca idea sobre Ceuta, que es una ciudad que es como un enclave y me parecía interesante visitarla porque me pilla muy lejos y para aprovechar me apunté al voluntariado este y de momento me estoy llevando una muy buena impresión, me está gustando”, alaba después de sus primeras 24 horas a este lado del Estrecho, admitiendo que, como el resto de sus compañeros, la única imagen que tenía de la ciudad autónoma es una valla fronteriza coronada de concertadas, el verdadero hito turístico de Ceuta tras décadas sumad en el drama de la inmigración.

Alison es de Zaragoza y no es una excepción. “Sabía de Ceuta o que nos muestran en televisión pero también antes de venir investigué y me parece interesante”, explica mientras corre para alcanzar a sus compañeros que están ya visitando el yacimiento medieval de la Biblioteca Pública ‘Adolfo Suárez’.

Jóvenes participantes del Campo de Voluntariado de la Casa de la Juventud

De momento, aunque de lejos, han visto el Príncipe. Fue este lunes, recién llegados a Ceuta tras pasar por el Punto Covid para hacerse una prueba de antígenos. “De lejos se ve de colores muy bonitos”, apunta Roberto. Por dentro también es bonito, un laberinto de colores que, probablemente, no verán.

Julen, también de Pamplona, es caso aparte. Este es su segundo Campo de Voluntariado en Ceuta. Disfrutó tanto de su primera visita que no dudó repetir, sobre todo después de la crisis fronteriza de mayo. “Quería ver cómo había cambiado la ciudad con lo que pasó y la he encontrado mucho más tranquila”, reflexiona, “sobre todo en la zona del Tarajal”. Solo lamenta que la pandemia ha recortado notablemente la posibilidad de disfrutar de la noche caballa, uno de los motivos por los que ha decidido volver.

“Es una ciudad que no te planteas venir a un nivel turístico, por las complicaciones que tiene de movilidad, tienes que coger el barco y tal y me interesaba mucho, me gusta conocer lugares que normalmente no vas a visitar. Y el tema cultural también, me llamaba la atención que hubiese esa mezcla de religiones”, explica Julen. De su primer viaje recuerda el impacto que le produjo ver una ciudad diferente, configurada de un modo distinto a lo que conocía, sin duda muy diferente del sobrio urbanismo navarro o la solera de Pamplona. “Me sorprendió a nivel urbanístico, cómo está configurada la ciudad, cómo se construye en todos los lados, eso me alucinaba. Además del tema de la frontera, claro, eso me llamaba mucho la atención. Siempre lo ves en las noticias, la valla, la frontera… y verlo con mis propios ojos es una de las razones que me trajo a Ceuta”.

"El tema de la frontera, claro, eso me llamaba mucho la atención. Siempre lo ves en las noticias, la valla, la frontera… y verlo con mis propios ojos es una de las razones que me trajo a Ceuta”

El Príncipe, las vallas de Ceuta (y Melilla), la tristemente famosa playa del Tarajal… Son, mal que nos pese, los hitos de la ciudad autónoma para la inmensa mayoría de los españoles. Lugares con nombre propio en el imaginario nacional y con un protagonismo innegable en la historia reciente de España, y —reconozcámoslo—con ese atractivo magnético y algo morboso que tiene el lado oscuro de la realidad. Tal vez sea el momento de incluir una ruta turística por ese lado oscuro, para contar a los visitantes la realidad de Ceuta sobre el terreno. Si no puedes con tu enemigo, únete a él.

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