La vida con tres hijos desde una casa más pequeña que un coche oficial

La vida con tres hijos desde una casa más pequeña que un coche oficial
El Khayyati, su esposa y sus tres hijos, en su casa de Patio Castillo.

- Abdelaziz El Khayyati y Meriem Mohamed llevan una década esperando en vano una vivienda protegida "sin ninguna explicación más allá de 'vuelve dentro de 6 meses a preguntar' o 'no ha habido suerte"

- La pareja se ha planteado todas las opciones posibles y no descarta recurrir hasta a una huelga de hambre

- Más de 3.000 unidades familiares están pendientes de la adjudicación de la nueva promoción de casas sociales de Loma Colmenar


El artículo 47 de la Constitución Española establece que todos los españoles tienen derecho a "disfrutar de una vivienda digna y adecuada" y encomienda a los poderes públicos "la promoción de las condiciones necesarias y el establecimiento de las normas pertinentes para hacer efectivo ese derecho". Abdelaziz El Khayyati, su esposa y sus tres hijos de 7, 3 y 2 años esperan que el próximo verano se haga realidad esa promesa en la nueva promoción de Loma Colmenar.

Antes han visto frustradas sus esperanzas en los bloques blancos anexos al Hospital Universitario y, previamente, en los inmuebles de colores de la parte baja del clínico. El expediente de Abdelaziz El Khayyati y Meriem Mohamed en el Registro de demandante de Emvicesa tiene, desde 2011, el número 670, aunque su primera inscripción como aspirantes a una casa protegida data de 2006. En dicho censo figuran unas 3.000 unidades familiares.

Los flamantes 'Audi A6' en los que la ministra de Fomento, el delegado del Gobierno y el presidente de la Ciudad se desplazaron esta semana hasta Loma Colmenar tienen, según el fabricante, unas dimensiones de 4,9 por 1,8 metros, 8,82 metros cuadrados, casi uno más que el tamaño de la que es su casa en Patio Castillo desde hace diez años.

En ocho metros cuadrados mal contados han pasado sus tres pequeños toda su vida y en ocho metros cuadrados mal contados han hecho hueco a dos camas-literas para los dos niños mayores y la cuna de la pequeña. Los padres se las arreglan con mantas sobre el suelo, en invierno media noche en duermevela por miedo a que el calentador juegue una mala pasada, cuando llueve achicando goteras, cada dos por tres pintando para combatir las humedades que hace menos de un año terminaron con la niña con neumonía en el Hospital.

Una de las razones reconocidas para acreditar la "necesidad" de vivienda, supuesto requisito ineludible para acceder a una de promoción pública, es habitar otra "con deficientes condiciones de habitabilidad porque la situación de su estructura, cubiertas, cerramientos, escaleras y tabiques interiores, comprometan la durabilidad de la construcción o cuando las condiciones de higiene y salud no alcanzan niveles aceptables en servicios, ventilación natural, humedades en el interior de las viviendas, y siempre que el solicitante acredite residir en esta vivienda al menos los dos años anteriores a la fecha de finalización del plazo de presentación de las solicitudes".

El Khayyati trabaja actualmente en el Plan de Empleo y espera que, aunque su contrato terminará en apenas un mes, ello no sea impedimento para poder optar a una de las nuevas casas de tonalidades verdes ubicadas enfrente del Hospital, habitaciones de hasta 12 metros cuadrados, un sueño para una familia que ha pensado "en todo" para salir de su situación.

"No nos hemos atrevido a entrar en casas vacías porque no queremos tener ninguna mancha en el expediente que nos pueda perjudicar para acceder a una casa social", señala Abdelaziz, que también ha preguntado a quienes se dice que saben si con dinero sería factible 'asegurarse' una casa. "Se dicen muchas cosas, se oyen muchas cosas y se ven muchas cosas, viviendas sociales adjudicadas a personas que ya tienen otras, casas protegidas que siguen vacías...", explican ambos: "Lo peor es no tener nunca ninguna solución, ninguna explicación más allá de 'vuelve dentro de 6 meses a preguntar".

El joven padre, que ha barajado iniciar una huelga de hambre y que, claro, también ha sido de los que han estado a la puerta del Palacio autonómico a primera hora de la tarde esperando al presidente entrar o salir para explicarle su caso directamente, lleva años visitando las oficina de Emvicesa, "siempre con la misma respuesta: 'no hay nada', 'vuelve dentro de unos meses', 'no ha habido suerte".

La Comisión Local de Vivienda puede distribuir las viviendas de cada nueva promoción con arreglo a los siguientes cupos: adaptadas a personas con minusvalía; para solucionar necesidades acuciantes de vivienda; para personas jóvenes menores de 35 años; o para mujeres victimas de actos de violencia de género.

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