Apenas un centenar de coches espera su turno para enfilar el morro hacia la frontera. Solo cinco de las decenas de carriles disponibles en la explanada de embolsamiento de vehículos de Loma Colmenar están ocupados y comienza a llenarse el sexto. Son las tres de la tarde de este miércoles y la escena dista mucho —mucho. mucho— de lo vivido solo 48 horas atrás, con más de un millar de vehículos atascados en esta misma zona de espera y cientos más rodeando los accesos al Hospital Universitario y amenazando con extenderse por la N352.

Pero, a la vista de la situación actual de la zona de espera de la frontera, a un tercio de su capacidad, y cerrada ya la explanada del Muelle de la Puntilla, habilitada para aliviar la de LomaColmenar, cabe deducir que ya pasó lo peor. ¿Vinieron todos en el primer fin de semana de julio? ¿Habrán tenido éxito las estratagemas de Marruecos para premiar la vía de Tánger, más cara que la que une Algeciras y Ceuta? ¿O no podemos aún lanzar las campanas al vuelo y es posible que en los días previos a este fin de semana nos encontremos con un segundo aluvión de rezagados?

La respuesta a (casi) todas estas preguntas se verá venir en las próximas horas. El primer repunte ha empezado a registrarse de nuevo en la segunda mitad de este miércoles augurando una nueva oleada de viajeros que han concentrado su viaje en los días previos al fin de semana de la festividad musulmana.

Según las cifras de Delegación de Gobierno, en apenas 72 horas pasaron por esta explanada a medio kilómetro de la frontera unas 40.000 personas y más de 10.000 vehículos y muchas tuvieron que soportar esperas de 10 y 12 horas para alcanzar el paso fronterizo, más las dos o tres más que se demoraba cruzarlo por los controles exhaustivos de Marruecos, que retrasaron un poco más el tránsito.

Según cálculos de la Ciudad, de los ferris desembarcaban cada hora alrededor de 200 vehículos, pero la frontera, debido al celo marroquí, tan solo 90 lograban cruzar en ese lapso de tiempo, generando un tapón de dimensiones excepcionales, unido a un volumen de tráfico de dimensiones desconocidas en Ceuta a estas alturas de la Operación Paso del Estrecho, fruto de la coincidencia en el calendario del inicio de las vacaciones de julio con la inminente festividad de la Pascua del Sacrificio (Eid el Adha) este próximo día 10. La comparativa de cifras entre el primer fin de semana de julio de la  última OPE (2019) no deja lugar a dudas: la de este año arroja un incremento de hasta un 128% en el número de pasajeros y de un 181% en el número de vehículos, siendo el mayor registro en la serie histórica.