Fidelidad: no hay mejor palabra para definir esa cita que cada 9 de febrero supone la renovación del Voto de Gracias a la Virgen de África. Como cada curso, la patrona de todos los ceutíes ha vuelto a ver ratificado este 2024 el compromiso del pueblo caballa en una ceremonia que ni siquiera uno de los mayores temporales de nuestra historia reciente ha podido tirar por tierra; nada, absolutamente nada se ha interpuesto en el camino de quienes hoy han tenido a bien presentar sus respetos ante la efigie en lo que ya se ha convertido en más que una simple tradición.

Tras más de dos décadas en el despacho presidencial, puede que, para Juan Vivas, lo vivido este borrascoso viernes en el santuario patronal no sea más que un mero trámite. Si es así, no da esa sensación: el jefe del Ejecutivo local no solo dice profesar amor eterno a la la Alcaldesa Perpetua; también se lo profesa. Se lo profesa de verdad.

El que ha propiciado la elaboración de este modesto artículo no ha sido un acto cualquiera. Nunca lo es, de hecho. Da igual que haga frío; da igual que llueva; da igual que truene; da igual que el viento provoque todo tipo de desperfectos: está prohibido faltar. Lo sabe Vivas, pero también lo saben todos esos devotos que jamás permiten que a la Virgen le falte algo, por nimio que sea.

Como es tradición, la renovación del Voto ha estado precedida por una santa misa que ha oficiado muy gustosamente el vicario de la ciudad, Francisco Jesús Fernández Alcedo. Salvo MDyC y Ceuta Ya!, todas las formaciones con representación en la sede del poder legislativo ceutí han secundado la propuesta; también la Delegación del Gobierno y la Comandancia General, con Marcos Llago a la cabeza.

El año pasado, fue "la convivencia"; el anterior, "la fraternidad". Hoy, tocaba volver a cambiar; era momento de formular nuevos deseos. "A tu templo acudimos como representantes y servidores del pueblo de Ceuta para darte las gracias por ser un manantial inagotable de espiritualidad", arrancaba el presidente mientras encaraba el altar.

Con una mano en los votos y la otra, al aire, Vivas se sinceraba de nuevo ante la Virgen de África para, luego, pedirle por "el interés general", por "la justicia", por "la fraternidad" y, con más vehemencia, "por el bienestar de todos los ceutíes". "Venimos, querida madre, a solicitarte protección y amparo para tu pueblo, un pueblo que ha forjado su carácter a base de coraje y valor, que ha hecho del respeto y la convivencia una manera de ser", pronunciaba el alcalde.

Vivas ha pedido muchas cosas a la patrona: ha pedido "fraternidad y concordia"; ha pedido "piedad y pasión"; ha pedido "perdón"; ha pedido, sobre todo, "amor", "un amor que todo lo puede y alcanza, un amor para el que no existen metas imposibles ni sueños irrealizables, un amor incondicional, ilimitado".

La ofrenda floral servía para poner el broche a la solemnidad; la posterior foto de grupo, para hacer lo propio con la ceremonia en sí. Con los flashes de las cámaras, el evento llegaba a su fin; la Virgen vuelve a tener Voto por 365 días.