Crónica del unánime tedio

Dice el diccionario que debate es “discusión, confrontación de opiniones diferentes: antes de votar la enmienda, se sometió a debate”. O también “contienda, combate: tiene un continuo debate con sus prejuicios”. No lo digo yo, lo dice el diccionario, el que yo consulto que es socorrido. No me crean porque sí, vaya y consúltelo .  Aclarado lo que es debate ya se harán una idea que la Sesión Plenaria para tratar los presupuestos generales de la Ciudad Autónoma para el año 2009 fue más bien una tertulia entre amigos.

Mohamed Alí se erigió como el mejor de los oradores con kilómetros de distancia sobre sus contrincantes políticos. Francisco Márquez se perdió en tecnicismos que poco importaban a nadie y aplicó el que ya se conoce en la Asamblea como estilo Doncel. Sólo se centro cuando Alí, a pesar de su voto a favor, le fue poniendo al Gobierno y a su gestión los puntos sobre las ies. “No han cumplido ni uno sólo de los compromisos adquiridos con el Príncipe. Ni uno sólo”, espetó el líder, el jueves más que nunca, de la oposición. “No abandanaremos al Príncipe nunca”, replicó el monárquico Márquez.

Lo de Inmaculada, mejor ni contarlo, su discurso hasta 24 horas antes contemplaba la abstención como la opción más digna para el último debate de la travesía del desierto, preparado sin Manolo Calleja, redimido de sus obligaciones y condenado por un PSOE cuya nueva Ejecutiva es capaz de votar a favor “gratis”. De gratis y sin sentido. Para que nos entendamos la oposición con su voto a favor de hoy ha reconocido que el programa de Gobierno del Partido Popular es el bueno. De la Encina podría volver a disolver el PSOE, votando sí a los presupuestos se está votando también sí a la gestión del Gobierno. Con lo que se puede deducir que no se puede hacer mejor. Sobra la oposición. Aunque esto último no lo entiende así ni Alí ni Ramírez. Que fueron matizando punto por punto su sí, es más de no ser por el voto favorable bien pudiera ser que el discurso concluyera con un no.

Ni en empleo, ni en fiscalidad, ni en limpieza, ni en Medio Ambiente, ni en Asuntos Sociales. Nada ha hecho bien el Gobierno ni nada bueno aportarán los presupuestos, según los líderes de la oposición, que aún así han votado que sí.

Con el debate exterminado, la sesión plenaria sirvió para pasar un buen rato con los compañeros y observar curiosidades. Por ejemplo, a pesar de los múltiples carteles indicando que el móvil no se puede usar, la vicepresidenta primera de la Mesa pasó un buen rato (tanto de tiempo como divertido) cruzando mensajes con alguien, sospecho que alguno lo intercambiaba con sus compañeros de bancada. No era la única, también hacía lo propio Manuel Blasco, Adela Nieto y el compañero de Ramírez. El otro vicepresidente, don Jaime, leía con extrañeza y cara de no comprender nada algo. Lo leía y lo ojeaba. Su cara era un poema. Podría decirse que estaba en un auténtico viaje astral. Tafi, parecía escribir poesías o resolver sodokus, el viceconsejero de Recursos Humanos combatía el tedio con su porte de hombre satisfecho, inteligente y destinado a exterminar generaciones y anarquistas de salón. Él nació a tiempo de hacer algo provechoso en la vida. De vez en cuando su compañero Guillermo Martínez le contaba algún chascarrillo y los dos se reían. Mábel Deu, desaparece y aparece con los deberes para hacer y se pone a estudiarse cuatro portafolios que asustarían a cualquier repartidor de muebles. Claro es la de Educación, si no hace ella los deberes, ¿quién los va a hacer?

Alí repasaba apuntes, el único de los oradores sin discurso preparado, sólo esquemas. Se notó, su verbo espontáneo, su dialéctica directa al grano y sencilla despertó a toda la sala del unánime tedio en que se había convertido la sesión. Gracias.

El resto poco más, alguno insinúa en chascarrillo por lo bajo que Musa (el apéndice de UDCE) debía estar preguntándose todavía las oscuras razones por las que la gente hablaba hoy desde el atril y no desde el asiento en la bancada. “Se le puede sacar un bocadillo como en los tebeos y escribir: ¿Cuándo vamos a las mociones de urgencia?”. Y yo harto de tanto tedio, grito “freedom for Calleja”. El personal ríe. Inmaculada y Noelia no.

No da más de sí. Podríamos entrar en los reproches al Gobierno, pero en los Plenos como en el fútbol y en la política lo más importante es siempre el resultado. Y aquí volvió a ganar el PP. 25 votos a favor, una unanimidad histórica, un unánime tedio de Pleno. El resto queda para después, para la rueda de prensa y el análisis de barra de bar. Y ahí también habrá unanimidad el que más claro tiene a lo que juega de todos y el que mejor juego dio, fue Alí.

Discurso Consejero de Hacienda

Discurso portavoz PSOE

Discurso portavoz UDCE-IU (pendiente de recibirlo)

Crónica del unánime tedio


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