El Pleno de la Asamblea ha dado el visto bueno a la propuesta de MDyC para la creación de un “club de empleo” para jóvenes, con medidas de orientación y formación. El Gobierno ha dado también su apoyo pese a que, ha recordado la consejera de Juventud y Deportes, Lorena Miranda, el Gobierno ya tiene este servicio en la Casa de la Juventud. Pese a ello, han votado que sí porque cualquier medida tendente a acabar con el paro juvenil es bienvenida, ha admitido.

Una propuesta que ha contado con el apoyo de todos los grupos salvo de Vox, cuyos diputados han abandonado el salón de plenos a excepción de su portavoz, Carlos Verdejo, único diputado ultra que no se ha ausentado en la sesión plenaria de este lunes. “Trabajar no, pero dietas si”, ironizaba la vicepresidenta de la Asamblea, la socialista Cristina Pérez, que anunció su apoyo a la propuesta, alabando de paso el trabajo del “compañero Pepe”, en alusión a José Simón, director del SEPE.  

Desde Vox, que dio su apoyo tácito a la propuesta con su abstención, se acusó a Hamed de ser “enemiga de Ceuta” y de tener ya pensados para quien iban esos puestos de trabajo —aunque la propuesta era para un centro de información, formación, asesoramiento e impulso del emprendimiento—. Una retahíla de acusaciones y provocaciones que también dirigió a los socialistas, a los que recordó el “caso GAL” y de “tener las manos manchadas de cal viva”, en alusión al asesinato de Laza y Zabala, que fueron secuestrados, torturados, asesinados y posteriormente enterrados en cal viva por miembros de la Guardia Civil en 1983.

Provocaciones que hicieron mella en el diputado del PSOE Eloy Verdugo, que entró al trapo desde su escaño. Desde la Mesa de la Asamblea, el presidente, Juan Vivas, trato de aplacar los ánimos. “Eloy, no caigamos en la provocación, es una actitud premeditada, busca su minuto de gloria, no olvidemos que es una propuesta de creación de un club de trabajo”.

Un intento de calmar los ánimos de Vivas que terminó de encender a Verdejo, que acusó al presidente de un trato desigual, permitiendo que otros diputados le insulten libremente, obviando sus propias provocaciones y calificativos despectivos. “Hay un abismo entre usted y yo”, rebatió Vivas, “nunca habrá una posibilidad de encuentro entre nosotros, tenemos una manera muy distinta de entender la vida y las relaciones con las personas”, zanjo el presidente.