Hasta Benzú se fue el Partido Popular para hablar con los medios de su modelo de sanidad y proponerse a los vecinos como alternativa para el cambio. Y allí, el candidato al Congreso de los populares, Francisco Márquez, dejó claro que la apuesta de su partido no es desmontar el sistema sanitario público. Creen en la gratuidad y en la universalidad del sistema sanitario.

“La Sanidad es un elemento de debate en esta convocatoria electoral porque algunos estiman que se pone en cuestión algo que a los españoles nos ha costado mucho conseguir, una sanidad pública, universal y gratuita. Y esto es lo que el PP quiere defender y con esas tres características: sanidad pública, universal y gratuita”, zanjó Márquez nada más comenzar a hablar.

Si bien, como en todo el programa electoral del PP y en toda la campaña, cualquier asunto está relacionado con el modelo económico que propone Rajoy; y sí, la sanidad pública, gratuita y universal, pero “para ello”, lo primero es defender “la estabilidad de las cuentas públicas, la sostenibilidad del sistema. Es necesario para que el Estado del Bienestar sea sostenible y fundamentalmente la Sanidad”, remató Márquez.

El candidato popular explicó el “problema importante de capacidad financiera de las Comunidades Autónomas para asegurar un conjunto de prestaciones únicas y homogéneas para todos los ciudadanos”. Por ello, los populares quieren otro modelo “más ágil y más eficiente” que potencia la colaboración entre las administraciones. La idea es que no se generen tantas desigualdades en materia sanitaria como las que están surgiendo entre las diversas autonomías, que al estilo del Euro en materia sanitaria las hay de dos velocidades. En unas se prestan prestaciones de última generación, con equipos muy tecnológicos que permiten tratamientos muy avanzados que van acompañados de fármacos muy caros y en otras en cambio esos avances son impensables por la falta de liquidez del sistema sanitario autonómico de turno.

“Hay que superar esas barreras para que la cohesión del Sistema Nacional de Salud esté garantizada. Eso no se hace sino reforzando los sistemas de cooperación entre comunidades autónomas. No tiene sentido en una Europa sin barreras, en la cual los ciudadanos europeos pueden viajar de un país a otro y pueden beneficiarse de los sistemas sanitarios del país en el que estén, tengamos un estado como el español con 17 sistemas sanitarios diferentes además del Ingesa para Ceuta y Melilla en el que se estén creando barreras entre territorios”, explicó Márquez.

Y como ejemplo citó las recientes noticias que alertan de que ciudadanos del país vasco no están siendo atendidos en centros de salud de las autonomías limítrofes.

“Esto no es lógico. Tendremos que volver a instalar el sentido común en un sistema sanitario descentralizado, pero que necesita el refuerzo de la cohesión que inspiraba el modelo original del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud”, resumió Márquez.

Y fruto de ese afán por mejorar la cohesión y la igualdad en prestaciones, el PP quiere una tarjeta sanitaria única para toda España y aplicar de lleno las nuevas tecnologías para que la historia clínica de los pacientes se digitalice y sea accesible desde cualquier ordenador del sistema, desde Ceuta hasta Cambrills.

“Esto no es ciencia ficción. Esto es algo que se puede hacer y que mejorará la atención al paciente”, sentenció Márquez.

Y en esa misma línea de apostar por la tecnología de la comunicación y la información aplicada a la sanidad para mejorar la atención a los pacientes, el PP quiere que la ciudadanía pueda recibir información en su casa, “e incluso tratamiento personalizado a través de los medios que las nuevas tecnologías ponen a disposición de todos”, explicó Márquez.

Gasto farmacéutico

Si el sistema sanitario público, universal y gratuito tiene un lastre en su financiación, ese es el gasto farmacéutico. Márquez entró de lleno en él para dejar claro que la “la necesidad de dar sostenibilidad al sistema pasa por dar racionalidad al gasto farmacéutico. El PSOE ha acometido parte de este problema, parcialmente y de una manera chapucera, como casi todo”.

Según desarrolló Márquez el Gobierno de Zapatero abordó el asunto a través de la receta personalizada, pero se olvidó de “la otra gran pata pata del banco” del gasto farmacéutico, la de los hospitales, que en los últimos cuatro años se ha disparado en un 55 por ciento. Márquez arrojó la cifra de 5.000 millones de euros en deuda del sistema público con las farmacias y expresó que para él “esto es lo que pone en riesgo el sistema”.

Y como cada día, el candidato se esforzó por vincular el asunto a tratar del programa electoral con los intereses más directos de los ceutíes. Y así, todo lo anterior, lo relacionó con la ciudad.

“Nosotros necesitamos esa movilidad de los pacientes en el sistema, esa cohesión del Sistema Nacional de Salud porque nuestra entidad de población no permite que el Ingesa disponga de un sistema sanitario que abarque todas las especialidades. Es lógico que apostemos por la cohesión del sistema nacional de salud porque nos permite reforzar las garantías de la atención sanitaria a todos los pacientes de Ceuta y Melilla”, explicó.

Bajando al barro volvió a señalar la gestión de Recursos Humanos y contrataciones del director territorial del Ingesa, Jesús Lopera. Y pidió un refuerzo en la atención primaria y en la atención a crónicos.

Y por último recetó para Ceuta que el Contrato Programa que rige la gestión de la dirección territorial del Ingesa establezca de un modo claro el número de pacientes que se atienden provenientes de Marruecos para dotar el contrato con suficientes recursos e impedir que esa atención merme la calidad de la que reciben los ceutíes.