El presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, ha expuesto este sábado sus conclusiones y pareceres de su tournée por los despachos de la Comisión Europea, de la delegación permanente de España en el Parlamento Europea, del Comité Regiones o del principal grupo parlamentario en la Eurocámara. En resumen: se va a apostar por tener representación estable de Ceuta en Bruselas, se va a coordinar los pasos a dar con Melilla y con el Gobierno central y se va a explotar el hecho fronterizo para reclamar un trato “singular”.

“Resulta muy difícil por no decir imposible obtener de la Unión Europea el reconocimiento para nuestra ciudad de la denominación de región ultraperiférica”, ha concluido Vivas, tras su visita a Bruselas. Las razones: No se cumple con la distancia establecida en esta etiqueta del territorio ultraperiférico al continente y el número de regiones con esta etiqueta está acotado y parece difícil ampliarlo.

Esta conclusión refrenda las tesis con las que viene trabajando el Gobierno de Vivas de un tiempo a esta parte de apostar por otra etiqueta distinta que reconozca las famosas circunstancias específicas de Ceuta y Melilla. “Si bien no es factible esta consideración sí es factible el reconocimiento en lo general y en lo particular del hecho singular para nuestra ciudad junto con la de Melilla. Junto a los condicionantes clásicos y que se dan en más territorios de la Unión Europea: extrapensinsularidad, escasez de recursos naturales, densidad de población, reducido tamaño… Está el hecho único de ser frontera terrestre de la Unión Europea en África con las consecuencias que ello conlleva desde el punto de vista de los servicios, de la inmigración, del desarrollo económico y del empleo. Ahí sí todos los contactos que hemos mantenido nos dicen que estamos totalmente legitimados para obtener un reconocimiento especial”, ha explicado Vivas.

Y ese reconocimiento como ciudades singulares de la Unión Europea espera Vivas que se traduzca en dinero, en la llegada a Ceuta de más fondos europeos, o al menos que lleguen como hasta ahora. 120 millones en el último periodo, algo menos de unos 20 millones de euros al año, que han servido, como se ha encargado de recordar Juan Vivas este sábado para construir el Helipuerto, el hospital, renovar las carreteras, la Estación de Depuradora de Aguas Residuales o la ampliación de la Desalinizadora, entre otras obras.

Y eso preocupa a Vivas y su Gobierno, no ya por la inyección de liquidez a las maltrechas arcas públicas en momentos duros como estos, sino por que en la negociación para el reparto de los fondos europeos que se libra este año en Bruselas todo apunta a que se impondrá el criterio de que el reparto se haga atendiendo única y exclusivamente al nivel de Renta por habitante de cada región y cada país. Si esa postura triunfa, y de momento nada indica que vaya a fracasar, España será país pagador de ayudas y Ceuta en el conjunto de España tiene una renta del 97 por ciento, es decir está en la media europea y casi en la media del conjunto del país. La situción no parece muy buena para recibir esas ayudas.

¿Y qué pasaría si Ceuta deja de percibir fondos europeos? Pues según Vivas “probablemente iniciaremos un camino de retroceso en función de lo avanzado”. Es decir sin ayudas de la Unión Europea ni hay milagro Vivas ni nada. Ceuta se convertiría en un cangrejo.

Pero no hay que ser alarmistas, todas las voces consultadas por Vivas y su Gobierno estos días en Bruselas apuntan a que tanto Ceuta como Melilla están legitimadas por el hecho fronterizo para obtener un trato “singular” de la Unión Europea.

Pasos a dar

Para lograr ese reconocimiento singular, Vivas ha apuntado a la necesidad de “concretar las propuestas” y hacerlo de forma conjunta con la Ciudad Autónoma de Melilla. En ese sentido el presidente espera avanzar esta semana durante su próximo viaje, una vista a Melilla.

“Con Melila estamos en permanente contacto pero todavía nos quedan muchas cosas por hacer en esa coordinación. Marcaremos los objetivos a corto plazo en la visita que vamos a realizar esta semana. Ir de la mano con Melilla es imprescindible”, ha apostillado el presidente.

Lo siguiente será coordinarse con el Estado, al que se pretende mantener informado en todo momento de los pasos que se van a dar para que además asesore y represente los intereses de las ciudades autónomas o al menos los apoye en Bruselas, tal y como ofreció el vicepresidente, Manuel Chaves, durante su última vista a Ceuta.

Representación en Bruselas

Y por último, el presidente Vivas tiene claro que hace falta una representación de Ceuta en Bruselas. Una conclusión que desde hace años reitera su órgano asesor, el Consejo Económico y Social, y cada informe sobre el desarrollo económico de Ceuta que ha encargado a varias consultoras. Pero el presidente no se ha convencido de esa necesidad hasta que ahora ha pisado Bruselas por sí mismo y ha visto como funcionan las cosas en la capital de Europa.

“Ajustada nuestra capacidad y a nuestras limitaciones creo que es necesario mantener una permanencia estable en Bruselas, para estar atentos a todo lo que surja y a todo lo que se suscite y para respirar de manera directa el ambiente entorno a estas dos grandes cuestiones: fondos y ayudas”, ha manifestado Vivas. “La conclusión que traigo es que es necesaria una presencia”, ha apostillado el presidente.

Lo que no tiene claro el presidente es cómo desarrollar esa representación de los intereses ceutíes en Bruselas, si con oficina propia, si a través de la oferta de Murcia (“que es más de espacio que otra cosa”, ha matizado el presidente), si conjunta con Melilla o a través de cualquier otra fórmula.

El presidente ha calificado su Tournée como “útil” y en contra de las críticas lanzadas por la oposición ha dejado claro que “no hemos ido de vacaciones, hemos ido a trabajar. Iremos dónde haga falta para defender los intereses de Ceuta”, ha contestado sereno, pero solemne Vivas. “Estas cuestiones no son ningún chiste”, ha apostillado Vivas.