Andalucía es uno de los baluartes electorales del PSOE, donde se da la base y la diferencia suficiente en el número de diputados como para que una subida en el resto de España lleve a los socialistas a La Moncloa.

Desde 1993 la aportación de Andalucía al voto del PSOE se encuentra entre el 20.75% (2008) y el 22.56% (1996). Los diputados socialistas andaluces han sido entre el 21.13% (2008) de los diputados socialistas en el Congreso hasta el 24.00% (2000).

En el caso del PP la aportación del voto andaluz ha ido desde 14.18% (1993) de sus votos al 20.77% (1996), siendo los diputados populares andaluces de entre el 14.18% del grupo popular (1993) al 20.51% (1996)

Si detrajéramos el voto andaluz del total de votos de estos dos partidos el PSOE vería dañada su media nacional, mientras que el PP la vería aumentada todas las elecciones con la salvedad de 1996 (esta detracción equivale en términos generales a armonizar el voto andaluz al resto del país).

Lo cual convertido a escaños da el siguiente resultado (CdD es el tamaño del Congreso)

Algunas observaciones:

1) Para ambos partidos la comunidad andaluza es de suma importancia ya que reciben una buena parte de sus votos y escaños en este región. No deja de sorprender el poco peso relativo que ambas tienen en ambas formaciones, más que en cuota, en peso político.

2) En mi opinión las elecciones más duras de ganar para el PP, de las dos en las que lo ha conseguido, fueron las de 1996. Curiosamente en esas elecciones el voto andaluz fue decisivo para que Aznar llegase a la Moncloa.

3) Si Andalucía votase como el resto del país es cierto que el PP subiría, pero no demasiado, aunque sería el PSOE el que sufriría el peor retroceso. El PSOE debería cuidar esta base electoral sin la cual sus victorias electorales serían muy apuradas.

4) No se comprende el motivo por el que las comunidades andaluza y catalana no estrechan una “alianza política” más fuerte (convergencia de intereses), ya que ésta apoyaría al PSOE en el sur, donde en enfrentamiento con Catalunya o la catalanofobia está haciendo mella a los socialistas.