Crimen sin castigo


Crimen sin castigo
«Tanto dolor se agrupa enmi costado que por dolerme duele hasta el aliento» (Miguel Hernández) Despojados de sus vidas, los ojos secos, las gargantas en carne viva, golpeados por una justicia que no lo es para ellos, sacudidos por el espanto y la pérdida, con el frío del desconsuelo calándoles hasta los huesos, habitan en los santuarios que han erigido para las hijas muertas: el centro y horizonte de su existencia. «A veces pienso, ya ves qué cosas -toma aliento María del Mar Bermúdez, la madre de Sandra Palo- si mi niña tendrá frío, si se estará mojando cuando veo que llueve y llueve y me ac...


Posted originally: 2010-02-28 15:47:19

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