Una fatal cadena de errores


Una fatal cadena de errores
Un grupo de vecinos, frente al colegio Álvarez Cruz, en Arona, dan su apoyo a Diego y le piden disculpas «Lo mínimo que podemos hacer todos es pedir perdón. Debe ser muy duro perder a un ser querido y sufrir un error médico de tal envergadura». Un vecino de Las Galletas, en Arona, al sur de Tenerife, donde residía la pequeña Aitana junto a su madre y su padrastro, Diego Pastrana, resumía con estas palabras el sentir de una sociedad indignada ante un caso difícil de explicar. La misma sociedad, cabe aclararlo, que pasó, en 72 horas, de condenarlo a pedirle «perdón por la injusticia», como decía...


Posted originally: 2009-12-06 00:00:00

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