Javier Jiménez corta una oreja a cambio de una cornada

En la brega por el triunfo el que vió la cara y la cruz fue el rubio Javier Jiménez que en su primer novillo se arrimó como un león. Nadie le puede discutir que apenas ni se miró la herida que sangraba abundantemente en su pierna derecha. Iba por el triunfo y hasta el estoconazo final no se cansó de arrimarse. Leer




Posted originally: 2011-10-06 22:34:02