El terrorismo de ETA le dio al Madrid olímpico un par de disgustos. El primero, en 2005, en Singapur, cuando se decidía dónde serían los Juegos de 2012 y Alberto de Mónaco preguntó por la banda armada. También en 2016 el COI hizo mención a ello. Ahora, que ETA ha cesado en su actividad, el cuestionario olímpico no ha obviado mencionarlo: «Tenemos que contarlo en positivo», reconoce Víctor Sánchez, consejero-delegado de Madrid 2020.
El dossier reconoce que no hay amenazas extremistas para estos Juegos, ni de grupúsculos radicales. Indica que las estructuras de seguridad españolas, con «un alto ...