Ya no está de moda hacer gestitos «circunflejos». Ni alistarse al club de fans de Zapatero para gritar «No a la guerra». La salida de Irak con inmediata entrada en tropel en Afganistán que es tan guerra como la otra, pero sobre todo la triste imagen ofrecida por el Ejecutivo de Zapatero en el reciente y mal resuelto «caso Haidar», ha acelerado la nómina de desertores.
Bastantes insignes de la farándula «zejil» se están borrando del club. Muchos de los que apoyaron incondicionalmente a Zapatero en las pasadas elecciones han decidido dejar de arquear sus cejas. La causa saharaui siempre ha sido...