Éste no es mi Tiger


Éste no es mi Tiger
Por sus ropas los conocerás. John Daly viste como vive, llamando la atención. Los jóvenes japoneses van a la moda, todos igual, con sus cinturones de colores. Rory McIlroy se confunde entre un grupo de adolescentes. Y Tiger Woods parece un superhéroe vestido de negro, la ropa bien ajustada para marcar sus músculos, para mostrar la tensión de su cuerpo, que es también la tensión de su mente, de su juego, siempre exigido al máximo. Tanta presión que ayer la cabeza le explotó, sufrió un cortocircuito y se quedó fuera del corte en el Open Británico, la segunda vez en su carrera que no llega al fin de semana en un grande —la primera fue en el US Open de 2006 tras morir su padre. "Fue un problema tras otro", dijo Woods, tampoco muy preocupado, más "hambriento" que otra cosa. El Tigre se despidió para desconsuelo del Open (menos gente todavía para el sábado y el domingo, menos audiencias) con una tarjeta bien fea: cinco golpes sobre el par, tres bogeys y dos doble bogeys entre los hoyos 8 y 13, los de su hundimiento, y casi la mitad de las calles perdidas en el torneo. Irreconocible, vaya. Ahora sólo le queda el Campeonato de la PGA, en agosto, para cubrir su habitual cupo de un grande al año.



Posted originally: 2009-07-17 21:46:00

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