«No hemos jugado ni bien ni mal», espetó Manuel Pellegrini después de ganar al Racing por un gol a cero. Una reflexión lanzada al viento antes de que el Barcelona se dejase en San Mamés los dos puntos que entregaban el liderato al Real Madrid. Una ecuación futbolística que no cuadra para los exquisitos, pero que arma de razones a los resultadistas. Está claro que el técnico del Madrid ha dado con la tecla de los resultados y que sigue buscando la del buen juego.
Para alcanzar el liderato, el conjunto blanco ha tenido que abandonar viejos hábitos mientras que Pellegrini ha tomado algunas decis...