Agosto es mal mes para dotar de contenido a los medios de comunicación. Hasta los medios nacionales con mucha plantilla, fuentes y recursos se ven apurados para llenar las páginas o los minutos.

A finales de agosto el Ministerio de Política Territorial salvó el día a todos los medios publicando una estadística sobre el nivel de formación académica de los concejales y alcaldes españoles, así como su distribución por sexos. Todos los medios escritos, radiofónicos y televisivos rellenaron hablando con perfil del concejal español, reproduciendo la nota de prensa del Ministerio que decía lo siguiente:

El perfil del concejal español es el de un hombre de entre 26 y 45 años, con estudios elementales y que repite mandato. El perfil del alcalde es similar, salvo que avanza un tramo en la edad mayoritaria, situándose entre los 46 y 65 años, según datos extraídos del Registro de Representantes Electos del Ministerio de Política Territorial.

Si uno va a la página del Ministerio y se fija en los cuadros ve que los niveles formativos están tan detallados que pueden alterar el perfil. Es cierto que hay muchos concejales y alcaldes que solamente tienen estudios primarios, pero lo que antes se llamaban enseñanzas medias se encuentran divididas en tres niveles diferentes, así como los titulados universitarios, de manera que el peso relativo siempre será menor.

Si redujésemos las categorías de los niveles de formación a seis (sin estudios, estudios primarios incompletos, estudios primarios, enseñanzas medias y titulados universitarios los resultados variarían sustancialmente y hasta el mismo perfil. Los resultados serían los siguientes:

El perfil debería cambiar para decir que la mayoría de los concejales y alcaldes españoles (por muy poco) está compuesta por titulados universitarios. En todo caso no me deja de llamar la atención que haya tantísimos concejales y alcaldes (alrededor del 25%) de los que el Ministerio no tenga datos respectos a su formación. Igualmente hubiera sido deseable que se hubiesen publicado cruces entre formación y edad o formación y sexo. De camino el cruce de datos con el tamaño de la población no hubiera venido mal.

De todas formas me gustaría volver sobre estos datos para hablar de algunas cosas de política municipal.