Las heridas de la carrera en Inglaterra pueden tardar más tiempo en restañar del que podían imaginar los dirigentes de Red Bull. Mark Webber se negó a aceptar su estatus de piloto secundario, rechazó las órdenes de equipo que le impedían desde el garaje adelantar a Sebastian Vettel y ayer ratificó por completo su postura. En su web personal, expuso bien a las claras que reprueba la actitud de los jefes de Red Bull: «Las órdenes en Silverstone fueron innecesarias».
De repente, la escudería Ferrari y Fernando Alonso han encontrado un benefactor en el piloto australiano. Aunque asumido tiene que ...