Del Spectrum al iPhone, un viaje por la historia de los videojuegos
30 de diciembre de 2011 (17:55 h.)
En solo 40 años de historia, los videojuegos han sufrido un extraordinario proceso de maduración. Han pasado de ser un entretenimiento minoritario para niños y jóvenes a convertirse en un fenómeno de masas que seduce a todas las edades y que mueve tanto o más dinero que la industria del cine, con la que rivaliza por la hegemonía del ocio moderno. "Había una realidad antes de los videojuegos, y otra muy diferente después de ellos", escribe Peter Molyneux, uno de los grandes visionarios del medio y autor de clásicos como Populous, Theme Park y Fable, en el prefacio del libro 1001 videojuegos a los que hay que jugar antes de morir (Grijalbo). El volumen, de casi mil páginas, reúne los juegos que a juicio de Tony Mott, redactor jefe de la revista británica Edge, considerada como la biblia para muchos jugadores y con fama de tener a los mejores analistas en nómina, han aportado algo significativo a la evolución del ocio electrónico.