Desde diciembre de 2006, las mordazas de los poderes públicos y económicos cuentan con un incómodo altavoz en la Red. Con el ánimo de hacer públicos para el ciudadano comprometidos documentos que los Gobiernos o las empresas intentan en vano silenciar,
el portal ciudadano Wikileaks (también
en Twitter y
en Facebook) se erige en la era de Internet como una alternativa real que pueda servir de contrapeso al silencio impuesto por lo que el grupo denomina los "regímenes opresivos".