“…y comieron perdices.”


“…y comieron perdices.”
  Cuando su padre se casó con aquella señora viuda con dos hijas feas y malvadas la vida de Cenicienta cambió, la convirtieron en la chacha de su propia casa, vestidita con harapos y trabajando gratis para todas. Era una niña cuando murió su padre y fue explotada vilmente por su familia politica. Nunca se [...]

Cuando su padre se casó con aquella señora viuda con dos hijas feas y malvadas la vida de Cenicienta cambió, la convirtieron en la chacha de su propia casa, vestidita con harapos y trabajando gratis para todas. Era una niña cuando murió su padre y fue explotada vilmente por su familia politica.

Nunca se quejaba, era buena y hacendosa,  no se  le pasó por la cabeza rebelarse.

Su sumisión le sirvió que un hada apareciera y le regalara un vestido de diseño junto a  unos zapatos de cristal, porque el príncipe heredero quería elegir a la mujer más hermosa del reino, y todas las doncellas ( mujeres vírgenes ) estaban invitadas.

Su belleza y sumisión eran tan brillantes que el príncipe se enamoró de ella a los cinco minutos , pero nuestra pobre Cenicienta tenía los ratos de felicidad contados y antes de la medianoche tenía que desaparecer… en su carrera perdió un zapato, pequeño, minúsculo que sirvió para que el príncipe la encontrara.

…y comieron perdices…

Blancanieves también era huérfana de madre, su padre se casó con una mujer malvada y bellísima, que viendo la adolescencia de su hijastra y la decadencia propia empezó a sentir celos.

Decidió quitarla de en medio y le pidió a un vasallo que la matase en el bosque, el hombre que era piadoso y sobretodo pusilánime decidió que mejor que se la comieran los lobos a matarla él y la abandonó. Menos mal que ella encontró la casa de siete mineros enanos que la recibieron con alegría sabiendo que ya no tendrían que ocuparse de las tareas del hogar. Sus días de felicidad andaban contados porque la mala bruja ( su madrastra)  la engañó y la envenenó con una manzana ( que manía de convertir a las manzanas en problemas para las mujeres)

Sumida en un ataque de catalepsia los enanos la pusieron en el bosque y un príncipe apareció por allí que loco por la belleza de la mujer muerta decidió montarla en su caballo y el traqueteo de éste  la devolvió a la vida.

…y comieron perdices.

Aurora tuvo un padre y una madre que la adoraban, pero un hada que la maldijo con que a los dieciséis años se pincharía hilando, perdiendo la conciencia: Sus padres, reyes ellos prohibieron las ruecas en el reino  pero la nena tuvo curiosidad ante una que vió  y se sumió en un sueño profundo…. Hasta que un príncipe que pasaba por allí enloqueció con la belleza de aquella bella durmiente la beso y la despertó

…y comieron perdices

Con todos mis respetos a Perrault y a los Grims, que contaban cuentos de hadas hermosísimos en aquel siglo diecisiete, la idea que trasmiten estos tres, y otros muchos es que lo importante es que seas hermosa y obediente, pero sobre todo pasiva que seguro que aparece un príncipe y te salva.

Como literatura está bien, como referentes me parece una barbaridad.

Un grupo de docentes han decidido eliminarlos de las aulas, que no de las bibliotecas y otro grupo de reaccionarios se han echado las manos a la cabeza como si se tratara de una afrenta  a la tradición literaria.

A mi me gustaría saber si estos señores que tanto se escandalizan  de estas decisiones han leído los originales de sus propios autores. No fueron cuentos escritos para niños ni niñas, eran fantasías para adultos en el barroco centroeuropeo

…. Y a  todo el mundo no nos gustan las perdices.



Posted originally: 2010-12-16 00:50:09

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“…y comieron perdices.”


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