La rápida intervención de los agentes de la Guardia Civil salvó anoche la vida de 14 migrantes subsaharianos que llegaron en una patera a la playa de Juan XXIIII. Una actuación que el delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, ha querido agradecer personalmente a los agentes mostrándoles no sólo el agradecimiento institucional sino también “su admiración y reconocimiento.

Especialmente complicado fue el rescate de uno de estos migrantes, de 16 años de edad, que había quedado atrapado por la hélice del motor de la embarcación con heridas de consideración en una pierna y el costado. “De no ser por la actuación de los GEAS, que desde el agua y tras casi media hora de intentos liberaron al joven, hubiera perecido ahogad”, subrayan desde Delegación de Gobierno en un comunicado.

Tras el cierre del dispositivo de rescate, uno de los agentes tuvo que ser atendido en el hospital con síntomas de hipotermia. Fue el que permaneció en el agua, según el relato de la Guardia Civil, durante media hora junto con el migrante subsahariano para evitar males mayores ante la situación de mala mar que había abierto la posibilidad de que la patera a la que permanecía atado por la ropa y la hélice se hundiera.

La patrullera no se podía acercar, según el relato de la Guardia Civil, dado que la propia patera había embarrancado en la zona de Juan XXIII lo que dificultaba el rescate de este migrante atrapado en la hélice. El agente que decidió tirarse al agua para ayudar a este migrante se había desvesetido previamente para tirarse al agua y lo ayudó a permanecer a flote, sólo le sobresalía del agua la cabeza.

Los miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) optaron por obligar al agente a que se subiera a la patera para hacer contrapeso, logrando un doble objetivo, paliar su hipotermia y mantener la patera a flote.

Se sumergieron varios agentes para soltar al migrante que observaron como sumaba algunos cortes a la hipotermia que ya comenzaba a hacer estragos. El rescate no fue sencillo y de hecho en un primer momento no fue posible soltar al migrante atrapado en la hélice. El agua llegó a cubrirle y a dejarle en estado de semiinconsciencia, lo que hizo que los propios agentes de la Guardia Civil temieran "las peores consecuencias", como se recoge en el relato hilvanado por el propio Cuerpo.

Finalmente uno de los agentes logró romper el pantalón lo suficiente para liberarlo de la hélice. Rápidamente el migrante fue alzado a la embarcación y llevado a la base del Servicio Marítimo de la Guardia Civil donde recibió los primeros auxilios de Cruz Roja y fue trasladado sin demora al Hospital Universitario de Ceuta, mientras al agente afectado por la hipotermia le atendía también la entidad humanitaria.

Los propios agentes del GEAS y del Servicio Marítimo se han interesado este miércoles por la mañana por la salud del migrante al que salvaron la vida la noche del martes y se han acercado hasta al hospital para ver cómo se encontraba. "En distintos momentos de su rescate tuvieron una gran sensación de impotencia y tempor de que pereciera ahogado, circunstancia esta que por la profesionalidad, preparación y constancia de los agentes se saldó con el mayor reconocimiento al salvar una vida humana", recoge el comunicado remitido por la Guardia Civil.

Detención

La Guardia Civil, además de salvar la vida de este migrante, logró detener al patrón de la embarcación por un delito contra los derechos de los migrantes. Cuando la patera embarrancó en Juan XXIII echó a correr provisto de traje de neopreno. Se trata de un súbdito marroquí que hará a lo largo de este 2016, 35 años. La embarcación portaba matrícula del país vecino.