GORDILLO

“Recrimino a Moreda porque los policías no son torturadores”

Gordillo que hace unos días pasó de puntillas sobre el enfrentamiento que días antes mantuvo el subdirector general de menores con miembros del mismo cuerpo, aprovechó las páginas del decano para instar a los sindicatos de la policía local a que también denunciaran este caso, “han estado tan prestos en salir a criticar lo que había sucedido el pasado sábado, ahora que hagan lo mismo y condenen bajo todos los aspectos la situación que vivió esta dotación, porque esto es mucho más grave que lo anterior”. “No ha salido nadie solicitando que presente su dimisión como secretario de Acción Sindical dentro de la central sindical. Sería lo más lógico si, de verdad, aplicaran el mismo rasero para todo, pero no lo han hecho, ni tampoco pienso que lo harán”.

Miembros de la sección sindical de Comisiones Obreras defienden la actuación policial “desde nuestro punto de vista es una actuación absolutamente personal, aunque desconocemos las razones que le llevaron a identificarse como militante del sindicato, lo que fue una equivocación” Según reza la nota firmada por Luis Manuel Aznar en El Faro de Ceuta. En declaraciones a otros medios Gordillo se preguntaba que hacía Moreda en ese lugar.

Hasta el momento no se había publicado la versión de Moreda, los que le habían preguntado no la hicieron pública y los que habían publicado el fax enviado por gobernación esperaban lo mismo desde Comisiones Obreras, pero no pasó. En la jornada de hoy tras erigirse en protagonista en artículos, declaraciones y columnas de opinión, Ramón del Valle-Inclán Moreda (Ramón María era su abuelo), conocido por sus allegados como “Queco” ha querido que su versión se sepa, el sindicato no la hizo pública por un simple motivo “nada tuvo que ver CCOO en el enfrentamiento que mantuvo un ciudadano con miembros de la policía local porque estos introducían a menores en un coche con distintivos policiales lo cual contraviene la Ley del menor, puesto que a los menores se les debe desplazar en coches camuflados, en vehículos normales”.

 

Moreda inicia su explicación “respondiendo” a una de las preguntas que efectuaba Gordillo: ¿Qué hacía en la zona?

“Los que me conocen saben que cada vez que tengo una tarde libre me echo al monte. Después de comer dejo el coche en Calamocarro y me dirijo monte arriba hasta la zona de los fuertes . Paso dos veces por la puerta del centro de reforma. Una al ir y otra al volver. Lo que digo está registrado en las cámaras de seguridad del exterior de Punta Blanca. Cuando volvía de mi caminata, vi tres menores, de unos trece o catorce años, caminando encima de los bloques de piedra abancalados que hacen de muro de contención de una de las fachadas del centro. Viendo que estaban en peligro de caerse, les hice señas para que se aproximaran. No les vi haciendo nada malo”. “Apareció una furgoneta de la Policía Local con tres agentes en su interior y pararon a mi lado. Les dije que los niños no estaban haciendo nada malo y que los dejaran tranquilos. Continué mi camino hacia mí vehículo unos trescientos metros más abajo. En ese instante llegaron otros dos zetas de la policía local, con dos agentes en cada uno y se dirigían al mismo lugar dónde se quedó la furgoneta. Me pareció un alarde de medios desproporcionado, siete agentes y tres vehículos para tres niños”. “En el mismo aparcamiento donde dejo mi coche se concentran los tres vehículos y veo que en la parte posterior de uno de ellos están los tres menores, me dirijo a los agentes y les digo que están cometiendo un acto que supone un maltrato institucional a los menores, puesto que no pueden llevarse a unos niños en un vehículo policial, sino que deben ser trasladados en un coche camuflado, un vehículo sin distintivos policiales tal como establece la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor. Me comentan que no tienen medios para ello y pido que llamen al GRUMEN (Grupo de Menores de la Policía Nacional) y me contestan que ese grupo sólo trabaja por las mañanas. Les advierto que si se llevan a los menores denunciaría los hechos por considerar que violan sus derechos. Justo en ese momento un agente me pide que me identifique, le pido que me acompañe a mi vehículo y le presento mi carné de conducir”. En la identificación se producen dos anécdotas, una la de su apellido “¡Anda! Valle-Inclán como el colegio”, a lo que Moreda contesta “No, Valle-Inclán como mi abuelo”. “Mientras anotan mis datos un vehículo policial con los tres niños dentro abandona el lugar y me indigno. ¿Por qué en vez de llevaros a los niños no investigáis quienes son los torturadores que les pegan y les amarran? Una agente me contesta con otra pregunta: ¿por qué no lo denuncia usted? A lo que respondí que ya estaba denunciado, siendo corroborado por otro agente”.

La segunda anécdota se produce cuando un agente le pregunta si era el de Comisiones Obreras, “respondí que sí, pero me acordé de lo ocurrido al compañero Alonso cuando respondió esa misma pregunta”.

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