Los ciudadanos de más de medio centenar de ciudades españolas, desde Madrid hasta Zaragoza pasando por Ceuta están llamados este sábado a meiodía (en algunas localidades las protestas se celebrará el domingo) para protestar contra los recortes, los presupuestos para 2014, la reforma educativa, el aumento de la pobreza, y, en general, "el desmantelamiento del Estado del Bienestar" porque "la alternativa a la lucha nunca puede ser el sofá".

La convocatoria la formula la Cumbre Social, que integra a más de un centenar de organizaciones, entre las que también están los sindicatos de clase mayoritarios, CCOO y UGT. También la respaldan algunos partidos políticos (en la ciudad autónoma, Caballas la ha secundado explícitamente), aunque no forman parte de ese colectivo.

'Emplea tu fuerza, vamos a cambiar las cosas. Defendamos lo público, defendamos a las personas, defendamos las pensiones', es el lema elegido por los convocantes.

La jornada reivindicativa se ha hecho coincidir con la jornada de protesta auspiciada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Los representantes de movimientos sociales serán los que encabecen las marchas contra las políticas del Gobierno tras dos años de mandato.

"Pese a los cantos de sirena sobre la incipiente recuperación económica y el insistente mensaje de distintos dirigentes políticos y empresariales, del ámbito nacional e internacional, proclamando que las políticas de austeridad empiezan a dar sus frutos", denuncia el manifiesto de la cita, "el ciudadano no percibe ningún atisbo de mejora sino, al contrario, el estancamiento de la situación".

Los convocantes opinan que el Gobierno del PP "está utilizando la crisis económica para aplicar una política neoliberal a ultranza que no le es ajena y que además rige el destino de Europa", una política "que antepone el interés privado al interés general, que incrementa las desigualdades y se desentiende del ciudadano".

"Frente a esta situación", reclaman, "no cabe la resignación, ni siquiera el silencio, porque de todo se intenta adueñar el Gobierno cuando apela a 'las mayorías silenciosas”. "No queremos un país en negro, donde prevalezca un único pensamiento, el de los poderosos, donde prime el individualismo frente al bien colectivo, sino un país de todos y para todos, donde las personas estén en el centro de todas las políticas", defienden.

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