El Gobierno no se apea del bus


Todo esto del autobús del centro produciría carcajadas que se podrían escuchar en Tetuán si no fuera por que al final una vez más el Ejecutivo que preside Juan Vivas ha vuelto a poner encima de la mesa su incompetencia y su absoluto desprecio por la inteligencia del ciudadano.
Antes de entrar a valorar el asunto cabe alguna reflexión un poco más importante. Con este asunto de hacer pasar el autobús por la calle Real el Ejecutivo ha logrado que en menos de dos años de legislatura se forme la segunda plataforma ciudadana en contra de una decisión que toma. La otra fue la de la Manzana del Revellín como mercado ultramoderno. Sólo esto ya da para pensar que Juan Vivas, que debe ser muy listo, no controla lo suficiente las decisiones que toman los suyos, con Pedro Gordillo a la cabeza.

El Ejecutivo decide, dice que después de consultar con los vecinos, hacer pasar el autobús por la recién ‘peatonalizada’ calle Real. Y digo yo ¿Para qué se gastó el dinero que no tiene en remodelar la calle? La respuesta parece cantada y concuerda con la política llevada a cabo por el Gabinete Vivas: pura estética. Su Gobierno es bonito, pero nada más. Piensen ¿es eso lo que le piden a quienes manejan un presupuesto de más de 60.000 millones de pesetas? ¿Qué sean bonitos? Para eso podíamos elegir presidente a cualquier modelo de músculos esculpidos y cerebro fofo.

Comerciantes y vecinos de la nueva calle Real se agrupan en plataforma para protestar contra la decisión del Gobierno. Lo primero que hace el Ejecutivo de Vivas es reírse de ellos. Lo hizo su portavoz el martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno cuando ironizó con sonrisa en la boca al ser preguntada por la cuestión. “¿Vecinos? Bueno, nosotros hemos hablado con los vecinos y nos han mostrado otro parecer”, dijo la astuta Yolanda Bel.

Después de mofarse de sus conciudadanos, los que la pusieron ahí ¿o no?, Bel pasó a explicar sin tapujos que la decisión está tomada, que se hará así y que se trata de una decisión justa. Su discurso se soportó en la necesidad de muchos vecinos que viven entre la plaza de los Reyes y la plaza Azcárate de que el bus les deje cerca de casa, porque son mayores y tienen dificultad de movimientos. Todos lo querríamos así, dijo Bel, si esa fuera nuestra situación.

Pero claro una vez argumentado esto, la portavoz del Gobierno que toma tan sensata, tan meditada, tan justa y tan estudiada decisión no es capaz de saber si efectivamente la empresa de autobuses tiene comprado ya el microbús con el que el Gobierno asegura que se prestará el servicio. En el informe que remitió esa misma empresa al Ejecutivo para pedir una subida de tarifas se dice que se comprarán cuatro autobuses, pero ninguno micro. Tampoco sabe decir Bel, por tanto cuánto ha costado el artilugio que hará la vida más fácil a quienes tienen dificultad de movimientos por sus años. Pero más grave aún, tampoco sabe si la necesidad de esas personas mayores que viven en esa zona quedará debidamente atendida. Incapaz de decir si el microbús (que no sabe si existe) está adaptado a personas con movilidad reducida para hacer más fácil que se suban y bajen del bus.

Más que tomar una decisión justa, el Gobierno parece que ha improvisado un discurso para defender una decisión que a todas luces no gusta a gran parte de los que viven la calle. Y ojo, así empezaron el año pasado con la Manzana y el Mercado y sólo pararon cuando abrieron las arcas municipales y vieron que no había dinero. Pero hasta entonces la decisión era igual de justa, meditada, sensata, estudiada y acorde al interés general.

Igual que entonces por si los vecinos hacen mucha fuerza y a Vivas no le queda entonces más remedio que salir de su cueva, echarle huevos al cura, y poner orden en su reino, el Ejecutivo ya tiene un plan B, para tan justa y meditada decisión. Estudia un recorrido alternativo. Brillante, ¿no? Llevan más de un año con la calle en obras y no es hasta ahora que está terminada y el autobús tiene que empezar a funcionar cuando se ponen a hacer el estudio. Prudentes, sensatos, meditados, planificado y con buena gestión que te cagas. ¡Improvisadores y chapuzas! diría yo.

Seamos sensatos. ¿El centro no era de todos? Dijo el Gobierno durante meses para defender la desproporcionada inversión en el centro en comparación con las barriadas. Pues dejemos la calle peatonal que nos gusta más a todos, no sólo a los que viven ahí. Yo paso por esa calle todos los días. Digo yo que contaré, ¿no?

Y más aún, ¿qué pasa que en el resto de la ciudad y de barrios cubiertos a duras penas por un servicio de bus profundamente deficitario y malo no viven personas mayores a las que la parada les coge un tanto lejos de su portal y no justo enfrente?

Y para mí lo más grave. Que los ciudadanos anónimos tengan por segunda vez en lo que va de legislatura erguirse en plataforma para luchar y defenderse de los atropellos del Gobierno ¿no le manda un mensaje al señor presidente de la Federación Provincial de Vecinos, señor José Ramos, para que en lugar de desautorizar a sus vocales cuando denuncian por ejemplo inseguridad o falta de limpieza y ganar puntos con el Gobierno, sea más reivindicativo? El movimiento vecinal está muerto. Sólo sirve para dorarle la píldora a Vivas y los suyos y ‘enchufarse’ subvención tras subvención.

Piensen, recuerden y voten.