'El gordo' y Elvis siguen vivos


Uno se va unos días fuera, desconecta de toda actualidad local y hasta nacional. Sólo interesa como en todas vacaciones saber el tiempo que hará mañana, lo demás poca cosa. Después llega la inevitable vuelta a la rutina y a la realidad. Y claro la deformación profesional me puede y ante el primer teclado con conexión caigo rendido y me pongo a ver qué pasa en Ceuta. Y ¿qué se encuentra uno? Se encuentra a un expresidente de Ceuta, el del GIL, Antonio Sampietro denunciando maldades de su sucesor en el cargo. Diciendo que la Manzana del Revellín y el contrato de limpieza con Urbaser son los cánceres heredados por un presidente "que no cumple lo que promete". Mira ahí lleva razón y sino que se lo pregunten a muchos compañeros de partido del propio Vivas, de los del PP, eh, no de los del GIL, a muchos de estos últimos nadie les prometio nada por parte del PP y ahí están dirigiendo, con cargo y lo que sigue.

De los oscuros tiempos del GIL, pero poco claros habla Sampietro en un libro que edita Ediciones Ceitil y que se puede comparar por internet en http://www.edicionesceitil.com

Está muy bien conocer el punto de vista de tan convulsa etapa de uno de sus principales protagonistas y que hasta ahora, y seguramente de ahora en adelante también, le ha correspondido el papel de malo malísimo en esta película. Pero claro además es un malo títpico: su caballo corre menos, su pistola se queda atasacada o sin balas en el momento clave y después como ya no está para defenderse se le acusa de todos los crímenes cometidos. Además los que le acusan son en muchos casos traidores a la causa común con el antiguo líder que se vendieron por un puñado de dólares al hasta entonces enemigo. Y es que Ceuta lo mismo encaja en una de Berlanga que en una del lejano oeste.

Y sale Sampietro a defenderse atacando que es como se hace la política siempre que uno ha tenido responsabilidad sobre la llave de la caja fuerte. Caja por otro lado que leo también que aunque nadie haya reconocido de parte del gobierno que está vacía se piden créditos para afrontar deudas y no para realizar proyectos como venía sucediendo hasta ahora, La diferencia ojito es fundamental. El Gobierno de Vivas está tan seco que no tiene dinero para mirar adelante y lo tiene que pedir para mirar atrás y pagar las deudas ya contraidas. Brillante gestión en poco tiempo la del gilista Márquez.

Y es que en detalles como el pasado político de tránsfugas de medio pelo o simplemente artistas del alambre político capacitados, algunas veces muy capacitados, demasiado pienso yo a veces, como en el caso citado, acaba uno dándose cuenta de que el GIL no es una cosa tan del pasado sino más bien del presente.

Si alguien le cabe duda de que el GIL no lo hizo bien basta con leerse el informe extraordinario del Tribunal de Cuentas que iba enumerando una a una todas las cosas mal hechas, por no llamarlas irregularidades. Si ese informe es muy pesado puede ser suficiente leer en la prensa de los días pasados la autoconfesión de Sampietro, que por lo leído no debió de defraudar a nadie: "Si me quedo una semana más en Ceuta estaría en Alhaurín". Sin comentarios.

Pero volviendo al informe gordo, al del Tribunal de Cuentas y al presente. Paso la página del decano y me encuentro a Mohamed Alí denunciando enchufismo en la agencia de contratación municipal. ¡A buenas horas mangas verdes! Eso líder de la oposición lo estaba denunciando todo el mundo cuando yo me fui de viaje. Dos semanas después. Me van a perdonar el comentario, pero hasta en Castillejos reaccionaron antes. Pero lo interesante de la denuncia de Alí no es que llegue tarde, como siempre desde que el PSOE está como está. Lo interesante es la denuncia como casi siempre bien argumentada. Dice Alí que el Gobierno de Vivas está desoyendo las advertencias del Tribunal de Cuentas. Las que hacía sobre gran parte de la gestión del GIL, en ese manual descriptivo de cómo no se debe gobernar, que ya he citado antes para citar un buen libro de historia sobre la gestión del GIL en Ceuta. Un manual que, al parecer, como las formas, usos, costumbres y consejeros del GIL en Ceuta está sirviendo de libro de cabecera a Vivas para gobernar. Lo dice Alí.

Conclusión: A la vuelta del viaje todo sigue igual, parece que no me he ido, como el GIL en Ceuta.