La tribunalización de la política

Editorial


Parece que la polémica sobre la instalación de cámaras para controlar el tráfico por toda la ciudad está próxima a su fin tras la sentencia del Contencioso Administrativo. Cercano y no finalizado, porque todavía queda la posibilidad del recurso por parte del PSOE para intentar mantener sus tesis en la disputa con el Gobierno del PP.  Pase lo que pase, lo único claro es que la entrada en funcionamiento del Centro de Control se ha visto aplazada durante largo tiempo y que, como siempre, los que han salido perdiendo son los ciudadanos.

Perdiendo porque del dinero de los ciudadanos se pagarán los costes del proceso, ya sea por la parte de la Ciudad o de los demandantes, perdiendo porque el Centro no está en funcionamiento, perdiendo por haber tenido que asistir a otro enfrentamiento en los Tribunales que sólo empeora la imagen de los políticos y las instituciones.

Craso error cometerían los políticos de Ceuta si se empeñan en tomar la vía judicial como campo para dirimir sus enfrentamientos, sobretodo cuando el diálogo se ha mostrado siempre como una solución más práctica y eficiente. En este mismo caso tanto Ciudad como PSOE tienen parte de razón. El sistema de control de tráfico es necesario, pero también es verdad que la potencia de movimiento y zoom de las cámaras parece exagerado y levanta muchas sospechas. Posturas que hasta dos niños de colegio hubiesen podido acercar con un hecho tan simple como el cambio de las cámaras por otras de menor potencia, lo que habría evitado este largo y penoso proceso.

Por el bien de Ceuta esperemos que la tribunalización de la política no continúe desde aquí hasta mayo. De lo contrario, muchos podrían pensar que las decisiones no se toman por el interés general, sino por la búsqueda de réditos políticos, nada bueno en una ciudad en la que los partidos ya están, por desgracia, bastante mal vistos.