- ¿Cuántas personas habrá en nuestra ciudad que estén de acuerdo con la gestión del gobierno del PP?

Objetivamente, claro. Un gobierno que se ha convertido en un equipo cutre en el que cada cual tira por su lado. Por cualquier lado. Sin ton ni son. Donde el sálvese quien pueda es la máxima. En constante preocupación egocéntrica de quienes lo componen por no estar entre los que meten la pata cada vez que hacen algo, ni entre las histéricas. Valiente gobierno de narcisos. Donde se empeñan en seguir intentando comprar voluntades, ofreciendo cualquier migaja a quienes tengan menos escrúpulos que ellos, si cabe, para aceptarlas. Como si eso fuese a eliminar la realidad. Tan imbuídos en su burbuja que no aceptan ni toleran críticas.

¿De verdad se merece Ceuta tener el gobierno que tiene?

El gobierno local, que últimamente no da pie con bola en sus decisiones, está consiguiendo poner en pie de guerra a toda la población local. Cada vez estamos más despiertos. Cada vez es más patente el hartazgo. Y cada vez se atreve más la población a decir lo que realmente piensa. Sin tapujos. Que es lo que hace falta. Era cuestión de tiempo que comenzasen a hacerse visibles las críticas y el ejemplo más reciente ha sido el de la obra de la marina con la que el gobierno pretendía gastarse nada menos que seis millones de euros.

Ahí es nada.

Ahora, se lo guardan en su corazoncito. Lo que hay que oír. Supongo que es porque no salía de su bolsillito. Creo que ese es el mayor error de este y de cualquier gobierno. Decidir los gastos, el derroche y el despilfarro como se les antoja sin tener en cuenta el pequeño detalle de que se trata del dinero de todos, con el que hay que ser extremadamente diligente y cauto. Creer que pueden hacer lo que quieran como quieran, unido a su autoconsideración de intocables es lo que está empeorando la situación local.

Olvidan que torres más altas han caído. Olvidan que cuando la necesidad apremia, y en Ceuta apremia mucho, la gente pierde el miedo y la consideración con quien no se la tiene. Olvidan que están donde están para gestionar lo de todos. Lo mío y lo suyo. Y olvidan que lo más importante es que cuando uno se vaya, debe seguir teniendo dignidad y estar orgulloso de lo que hizo.

¿Lo estarán?