- Tal cual. No es un insulto ni una falta de respeto. Faltaría más.

Es la simple y llana constatación que puede realizar cualquiera de ustedes echando un vistazo a las hemerotecas. Y donde se notan especialmente, el súmmum donde suelen ponerse en fila una tras otra las expresiones contrarias a lo que se sabe, se cree o se piensa (definición oficial de la Real Academia sobre mentira) es cuando toca debatir sobre el estado de nuestra ciudad.

Mañana tocará el primero de esta legislatura y casi con total seguridad, volveremos a constatar las mentiras de un gobierno viciado por la prepotencia y que se ampara en ejercer su acción desde una mayoría absoluta (confundiéndolo con una confianza eterna). Como constatamos cuando hace algunos años, el Presidente de la ciudad comenzaba su exposición hablando de “defender el cumplimiento de las obligaciones económicas con terceros y defender la obligación inexcusable de atender a quienes más sufren como consecuencia de la crisis, por tanto, a los más vulnerables”.

Valiente manera de defender el cumplimiento de las obligaciones con terceros cuando la morosidad por la raquítica situación de las arcas municipales ha provocado que haya pequeñas empresas que han tenido que prescindir de algunos de sus trabajadores y trabajadoras y cuando incluso hay autónomos que no han podido continuar con su actividad porque el ayuntamiento les adeuda pagos desde hace años.

Más temerario todavía es hacer esa afirmación en referencia a la defensa de los más vulnerables: Si defender a los que menos tienen es recortar en el presupuesto destinado a ayudas sociales, ingresos de inserción, ayudas de alquiler o de urgente necesidad, lo han logrado. Les han ayudado a estar aún más desesperados por no encontrar cobertura en la administración a las mínimas necesidades de cualquier ser humano. Y decía el Presidente que iban a incrementar el gasto social… ¿Será que para el gobierno gasto social es tener y mantener a una tropa de asesores y asesoras de dudosa utilidad?...

Tal vez volvamos a oír que el impacto de la crisis es menor en Ceuta que en el resto del país (ya saben que quien no se consuela es porque no quiere) y otro tipo de comparaciones para intentar que nuestros problemas, los problemas de los ceutíes, parezcan de menor relevancia que los del resto de españoles. O tal vez, toque volver a desempolvar viejas promesas como el impulso del establecimiento de una línea marítima entre Ceuta y Marruecos (ya anunciada en 2010 e incumplida hasta la fecha y que hoy el PP utiliza para rellenar propuestas de su congreso interno).

Decía también el Sr. Vivas, hace unos cuatro años, que: “el Gobierno trabaja en la ultimación de una propuesta que tendrá por objeto adquirir suelo al Ministerio de Defensa para ser destinados a equipamientos y para ser destinados a viviendas protegidas, a los equipamientos que demanda la Administración General del Estado en las áreas de Educación, de Justicia y de Salud, y para promover entre1.500 y 2.000 viviendas”… años después de realizar tal aseveración, sigue sin materializarse.

Y por supuesto habrá una retahíla, que no suele fallar, de excusas y de parcheos para intentar justificar las mentiras, los errores y los incumplimientos como que el ayuntamiento sigue sin relación de puestos de trabajo, la comisión para estudiar los cambios en nuestro Estatuto de Autonomía desapareció del mapa, que más del 60% de nuestros jóvenes están en paro sin que el gobierno del PP haga nada, que casi un 40% de ceutíes (mal)viven bajo los umbrales de pobreza, que no se prevé la construcción de viviendas protegidas aunque tengamos muchísima demanda y necesidad, que no se ha construido ningún colegio con la consiguiente masificación en las aulas, que se han seguido produciendo los cortes en el suministro de agua aunque el gobierno insista en que la tenemos las 24 horas, o que somos la ciudad más endeudada de España. Todo ello, repito, realidades y verdades constatables por cualquiera.

Pero aún así, el gobierno que tenemos sigue prefiriendo maquillar la realidad, vender humo y poner parches antes que reconocer errores y darles solución. Mientras esto no se produzca, todo lo que nos digan a sabiendas de su falsedad, seguirán siendo mentiras.