Posiblemente, si tuviéramos que relacionar todo lo positivo que nos aporta la lectura estaríamos horas y horas. Cada persona tiene sus propias conclusiones aunque muchas son compartidas.

Así, y tal vez entre las más destacables aportaciones que realiza la lectura a nuestras vidas, está la de ampliar los horizontes permitiendo que nos pongamos en contacto con experiencias, lugares, costumbres o personas lejanas en el espacio y en el tiempo (como dijo Emily Dickinson, “para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”).

Del mismo modo que mediante la lectura se estimula y satisface nuestra curiosidad por aprender y desarrolla la creatividad, capacidad de comunicación y por supuesto, el bagaje cultural del que la practica. Y posiblemente, la lectura es uno de esos pocos instrumentos que tiene la capacidad de volver al ser humano menos prejuicioso, más libre e incluso, más universal.

Por eso la lectura, y en general todas las actividades culturales, deberían ser fomentadas día a día, empezando por las personitas más pequeñas para incentivar su imaginación, estimular su curiosidad y para que tengan su autonomía como personas a la hora de pensar y razonar.

Y tal vez, sea especialmente importante fomentar la lectura, la cultura y la educación pública en general ahora que la situación económica hace estragos allá por donde pasa sobre todo cuando se alía con los gobiernos de derechas que están prefiriendo recortar en todo lo relacionado con el estado del bienestar.

Dificultar el acceso de la ciudadanía a las universidades, especialmente el de las personas con menos recursos económicos, masificar (más todavía) las aulas, o a nivel local no saber todavía (a estas alturas) si habrá feria del libro o no y plantearle como alternativa, en vez de como complemento, las actividades que fomenten la lectura pone al descubierto la escasa importancia y valor que se les da, además de sacar a la luz que más de uno y más de una, preferirían una sociedad menos formada, que cuestione menos y que sea más fácilmente manipulable por quienes tienen el poder.

En fin, que lo mejor de la lectura es que es uno de esos hobbies que se puede practicar en cualquier momento y en cualquier circunstancia.

Como dice un viejo proverbio árabe: “Libros, caminos y días dan a las personas sabiduría”.