- Septiembre es un mes que además de anunciar el otoño simboliza la vuelta a la rutina, al colegio, a los horarios.

Sin embargo, este septiembre trae símbolos y colores diferentes. Septiembre de 2012 será recordado como el mes en el que tuvimos que oír a un Presidente del Gobierno defender lo indefendible de manera extrañamente simbólica: la subida de impuestos. Lo extrañamente simbólico es anunciar esa defensa justo donde, un año atrás, dijo que no lo haría. Tal vez sea su manera de decirnos que donde dijo digo, dirá diego con respecto a todo lo que dijo que no haría…

La subida del IVA supone ya el aumento de precios como los de la ropa o de la electricidad. Una subida de precios que no va aparejada a una subida en los ingresos de la población española si no todo lo contrario, de ahí que sea especialmente injusta al pretender que el despilfarro y la mala gestión de lo público tenga que ser amortiguada por la población. El desempleo continúa creciendo y los salarios en España son de los más bajos de Europa.

La vuelta al cole también será especialmente dura este año puesto que tanto libros como demás materiales escolares sufrirán la subida y aquí en Ceuta, lo notaremos especialmente. Si ya hace estragos el fracaso escolar entre nuestros niños y niñas el encarecimiento de los libros hará que las cosas lejos de mejorar, empeoren.

Las personas que se dedican a trabajar de manera autónoma, por su cuenta, tampoco lo tendrán fácil. Y a quienes desgraciadamente no tienen, les espera un panorama bastante feo puesto que la asistencia social atraviesa uno de sus peores momentos en nuestro país materializado en recortes continuos a todo lo que pueda suponer dar cobertura a las necesidades más básicas de la población. Y si es preocupante el panorama nacional, el local es desolador.

Tenemos un gobierno que parece estar anestesiado frente a la necesidad y el sufrimiento. Un gobierno al que sólo parece preocuparle continuar agarrado al sillón de mando, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

Un gobierno que ignora llamamientos como el de Cruz Roja que reitera la necesidad de recoger alimentos porque en Ceuta hay cada vez más familias que ya no tienen ni para comer.

Un gobierno que es un gran experto en márketing y en imagen pero al que poco importa el fondo de las cuestiones.

Es la cruda y dura realidad que tenemos que enfrentar entre todos. Sin embargo, la crudeza y la realidad no pueden ni deben dejarnos caer en el pesimismo, entre otras cosas porque el pesimismo suele bloquear cualquier tipo de acción haciendo que pensemos que las cosas no pueden mejorar.

Evidentemente sí se puede pero para ello hace falta conocer la realidad y buscar medidas para corregir lo que a todos nos afecta y no, como se viene haciendo, taparla o maquillarla.