Sin embargo, no se observó correlación estadística entre ambas variables, lo que quiere decir que el turismo en Ceuta no se da, al contrario que ocurre en otras zonas del litoral peninsular español, como consecuencia de las horas de sol que se tengan al año, sino que necesita otros atractivos que habrá que investigar.

La siguiente relación que se intentó investigar fue si ese incremento de visitantes se tradujo en un incremento de las pernoctaciones en Ceuta y de la ocupación hotelera. Los resultados nos indicaban que la media de visitantes fue de 60.179 anuales, con un máximo de 86.979 en 1998, y un mínimo de 41.565 en 1993. Respecto a los índices de ocupación hotelera, tuvimos una media del 42%, con un máximo del 58% en 1999 y un mínimo del 32% en 1989. Y referente al número de pernoctaciones en nuestra ciudad, tuvimos una media de 107.198, con un máximo de 203.050 en 1999 y un mínimo de 62.026 en 1993. Y en términos de crecimiento medio anual en estos años, el mismo fue del 1,1% para el total de visitantes, del 0,8% para el de ocupaciones hoteleras, y del 3% para el de pernoctaciones.

Si ahora intentamos establecer una correlación estadística entre ambas variables, los resultados nos indican que la misma era alta entre el número de visitantes y el de ocupaciones hoteleras, así como entre el número de visitantes y el de pernoctaciones.

Avanzando un poco más en el análisis, se intentó establecer una relación causa efecto entre el total de pernoctaciones, que como decíamos se incrementó a un porcentaje medio del 3% en ese período, y el total de ocupaciones hoteleras. El resultado fue que dicha relación fue significativa estadísticamente y que por cada incremento del 1% en el total de pernoctaciones hubo un incremento del 0,43% en el de ocupaciones hoteleras, lo que implica que el número de pernoctaciones se incrementó con el número de visitantes, pero que ello no fue como consecuencia de las horas de sol.

Por último, se hizo una comparación entre el Valor añadido Bruto en el sector servicios de Ceuta y el total de pernoctaciones y ocupaciones, resultando que, mientras que las pernoctaciones en sí no ejercían ninguna influencia positiva sobre dicho valor, sin embargo el total de ocupaciones hoteleras, sí la ejercían, siendo del 0,24% por cada incremento del 1% en las mismas.

Es decir, que si se quiere potenciar el turismo en Ceuta como uno de los motores de nuestra economía, debe de hacerse utilizando otros patrones y ofertando algo más que sol, o visitas de ida y vuelta diarias subvencionadas. En este sentido, quizás sería el momento de plantearse actividades relacionadas con la riqueza de nuestro litoral y fondos marinos, con la cercanía a Marruecos y también, por qué no, con la propia historia de la ciudad, que no puede dejar de relacionarse con la España del protectorado, aunque no por ser parte del mismo, o con todo lo relacionado con la actividad congresual.

Lo demás sólo son brindis al sol, que para lo único que sirven es para engrosar artificialmente las cifras del número de turistas, para engañar a la ciudadanía y para seguir viviendo de la nostalgia de ese pasado relacionado con las compras de productos electrónicos baratos, que nunca más volverá.