Vuelta a navegar
25 de noviembre de 2008 (15:13 h.)
Vale: estuve a punto de tirar la toalla, entregar este barco a desgüace y bajarme en el primer puerto que pillase. No es que haya dejado de atraerme, que lo hace como siempre y más que nunca, el mar de las letras, pero es que la presencia de determinadas turbulencias y clientes de las tabernas me habían hecho pensar en la conveniencia de pegarme un tiempo paseando por el muelle, apoyándome en un noray para ver las gaviotas estamparse contra el agua y echándole un vistazo al último trasmallo.
Incluso busqué otra caña, otro barquito, más pequeño, para matar mi aburrimiento. No: tampoco abandono el otro. Simplemente, ahora trataré de alternar los dos.