Andaba yo el viernes 29 con mis “hari, hari” lamiéndome las heridas, cuando, entre la taza de café y yo, se interpusieron dos enormes fotografías de Juan Luis Aróstegui, y el título de un artículo, abultado, insultante y desafiante, que provocaba bruxismo.

 

¿Qué habrá hecho Juan? Porque, haga lo que haga, nunca produce indiferencia.

¿Prueba del nueve?. “El Pueblo de Ceuta, diario, no se si independiente o dependiente (porque no consta claramente), subvencionado por la Ciudad Autónoma de Ceuta con... miles de Euros en el año 2007; con... miles de Euros en el año 2008; con... miles de Euros en el año 2009 y con... miles de Euros en el año 2010., le dedica dos páginas (18 y 19), y una mención en el envés del ejemplar del 29 de Enero de 2010.

Parece que el origen, la causa, y el epicentro del asunto es que Aróstegui:

A.- Ha salido en defensa de unos trabajadores. Nihil novus sub sole. Hace treinta años que lo hace cada día.

B.- Quiere ser Concejal. Igualmente no es ninguna novedad. Desde hace treinta años se presenta a todas las elecciones de Concejales.

¿A quién puede molestar ambos aspectos de la personalidad de Juan?

El analítico periodista mezcla, con cierta mala baba, ambas cuestiones y enreda a todo el que puede en su feo análisis, acabando con un “pues que tengan cuidado los parados”, de advertencia, amenaza o mala literatura.

¡Que viene el duque de Alba!. Y los niños holandeses, sin saber por qué, tenían miedo.

¡Que viene el coco! Y los niños españoles, sin saber por qué, tenían miedo.

Por lo visto debe agregarse como novedad a la serie ¡Que viene Aróstegui! Aunque la versión no es solo nueva, sino diferente, porque hay que añadir que: y unos cuantos se asustan, y sabiendo por qué, sienten miedo y se ponen de los nervios; agresivos; irreflexivos; acelerados; y se desatan las maldades.

Porque no es bueno el Miedo que pone, negro sobre blanco, como si fuera una pena, que Mohamed Alí tiene una “piedra” por la que Aróstegui ha pasado.

Porque mala cosa es el Miedo que dice que “la mayoría de los que le acompañan (a Aróstegui) en su proyecto son burgueses de los acomodados”. Como si hubiera burgueses incomodados.

Porque fea reacción provoca el Miedo que afirma que los buenos militantes de izquierda tienen piedad y, a sensu contrario, los malos no deben tenerla y los de derechas, vaya usted a saber.

Porque reprobable efecto es el que causa el Miedo que acusa a todos los profesores, maestros y docentes que en Ceuta son, de ser “los que más cobran y más vacaciones tienen, por cuanto estamos en la ciudad con mayor fracaso escolar de España”

Por lo que se ve el periodista no ha oído hablar de los controladores aéreos.

Porque obtuso es el Miedo que presumiendo “manipulables” a los parados, denuncia que Aróstegui trata de indisponer a los parados contra Vivas.

¡Tatachiiiiinnn! Resuenan los claros clarines.

Cualquier gobierno prefiere una “blandioposición” a una oposición Aróstegui, que el propio periodista distingue como “látigo ajado”; pero látigo, y no batuta dócil o rascalomos.

Es normal; Juan Luis es como Castor y Pólux pero en vehemente. Y, por ejemplo, no aprueba un Presupuesto a cambio de una partida que jamás se usa, ni nos suben el precio del agua o el IPSI de los teléfonos a más del doble por las buenas; ni se hacen barbaridades con la gestión del agua sin bronca, denuncia y exigencia de responsabilidades.

Ese miedo se comprende, sobre todo cuando los afectados creen seriamente en la posibilidad de que Aróstegui esté sentado en la Asamblea defendiendo los intereses de todos los ceutíes, sin más arma que la palabra y sin más argumentos que el sentido común y el respeto debido al pueblo de Ceuta.

Pero lo del análisis aturrullado, que acaba con los tubos de ensayo y los matraces rotos, salpicando a no menos de diez mil personas, merecedoras del mínimo respeto, entre “acompañantes en el proyecto Aróstegui “; los buenos militantes de izquierda; todos los profesores y maestros de Ceuta; y a los parados pre-indispuestos. Eso, no se comprende.