Tanto al Partido Popular como al PSOE les molesta eso de preguntar al ciudadano. Ambos se oponen a la consulta catalana; ambos se oponen a que los ceutíes -y supongo que los melillenses- expresemos si queremos ser tratados y considerados como el resto de españoles.

Ni Partido Popular ni PSOE quieren que Ceuta sea Comunidad Autónoma, algo que no deja de ser llamativo si pensamos en uno de los principales argumentos que ambas formaciones esgrimen a la hora de negar el derecho de los catalanes a decir qué relación jurídica desean adoptar con el resto del estado: el deseo de “construir un futuro juntos”. Tienen miedo de que Cataluña diga “No” a España. En cambio, lo que se pide desde Ceuta es que nos dejen decir “Sí”, que nos dejen ser como los demás para evitar ser vistos desde afuera como una colonia, como un mero trozo de tierra con un status y un tratamiento distintos al del resto. PP y PSOE nos niegan ese derecho.

Su empeño por no molestar al vecino Marruecos deja en evidencia la hipocresía de los principales partidos de la casta derivada del régimen del 78, especialmente la del PP, formación que ha hecho del discurso patriotero y el racista “miedo al moro” piedra angular de su discurso político en la ciudad. Es lógico. A fin de cuentas, la dictadura de Marruecos es una leal amiga del Reino de España. Conviene no olvidar el amor que le profesaba Juan Carlos I a su “hermano” Hasán II. Nada que ver con los negocios. Cosas de la sangre azul, supongo.

Yolanda Bel, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea, dice que la cuestión de la Autonomía no es una prioridad para los ceutíes. Claro. Debe ser que levantar el suelo de la Marina o regalar miles de euros a empresas sevillanas para que nos alquilen sanitarios mientras que empresas locales ofrecen los mismos servicios por muchísimo menos sí que es prioridad. Por todos es sabido que el Partido Popular siempre piensa en las prioridades del ciudadano. La Sanidad y la Educación no son prioritarias y por eso se recorta. Sin embargo, el gasto en Defensa es fundamental y por eso sube el presupuesto. Que los trabajadores puedan disfrutar del cine o el teatro es un capricho, de ahí que se suba el IVA a la vez que el de las obras de arte -que deberían estar en museos- se rebaja para que así los millonarios puedan tener su Velázquez en el baño. ¿Saben los señores del Partido Popular otra cosa que por suerte ya no preocupa a la mayoría de ceutíes, catalanes y españoles? Algo a lo que ellos, ante la falta de argumentos, recurren sin cesar: ETA. Que se lo digan a Esperanza Aguirre, a Cristina Cifuentes y a su ejército de periodistas en nómina para que dejen de hacer el ridículo cada vez que abren la boca. Sólo es un consejo.

El hecho de encontrarnos inmersos en un escenario inundado de paro, miseria y corrupción (sobre todo en las filas del PP, por cierto) no significa que debamos descuidar otros asuntos, así como el hecho de que algo -por olvido, falta de información o desinterés inducido- deje de estar entre los principales temas de actualidad política no implica que ese algo carezca de importancia o relevancia. Que ni Ceuta ni Melilla fuesen invitadas a una Cumbre con Marruecos, mientras que Canarias y Andalucía sí lo fueron, es importante. Que los ceutíes y los melillenses sigamos siendo ciudadanos de segunda es importante. Y esto no cambiará por mucho que Juan Vivas y los suyos lleven banderitas de España en la muñeca.