Tras el lamentable espectáculo que supuso el pleno de poco más de un minuto, la portavoz Yolanda Bel anunciaba jactanciosa que las decisiones ya se tomaban en Consejo de Gobierno. Ahora, por lo visto, ni eso. Poco más de diez minutos ha durado la última reunión de los consejeros. Demasiado tiempo para renovar un convenio con las Adoratrices y criticar de nuevo al puerto de Algeciras, por lo mal que tratan a los ceutíes cuando hay temporal. Nada más, ni nada menos. Mientras, Vivas de viaje por Jaén, en el palco de Linarejos viendo el partido de Ceuta, y según dicen pasando el fin de semana en casa de su buen amigo Paco Paris. El Consejo de Gobierno puede esperar. De todas formas, en Ceuta ya no hay problemas.

La actitud de desidia que muestra cada día más el Ejecutivo de Juan Vivas es preocupante. Si fuese posible, los ciudadanos deberían revocar a este Gobierno por dejación de funciones. Apenas una mala iniciativa en las últimas semanas, casi ninguna novedad para solucionar los miles de problemas con los que cuenta Ceuta.

Muchas personas cercanas a los ámbitos de poder en el Ayuntamiento afirman que toda la maquinaria municipal funciona desde las elecciones en un único objetivo con varios frentes. La Manzana, el mercado, el soterramiento, la Plaza Vieja. Una faraonica obra con intereses cada día más oscuros que parece ser el único proyecto que piensa llevar a cabo Juan Vivas durante los próximos cuatro años. Al parecer es lo único que preocupa a los ceutíes. No es el paro, ni la crisis, ni el fracaso escolar, ni la falta de vivienda... No, lo importante es enterrar el tráfico. Y Vivas como Simarro, pero no en Aragón, sino en Andujar...