- No hace mucho de las pasadas elecciones generales, y por lo tanto tampoco de la campaña electoral en la que se vieron inmersos todos los partidos políticos.

Todos menos uno hablaron entonces de sus propuestas, de sus ideas, de lo que necesita este país. Por supuesto la excepción fue el Partido Popular, que guardó silencio, soltando solamente palabras claves como confianza, o una economía como Dios manda. Meses después de la llegada a la Presidencia del Gobierno de Mariano Rajoy, la confianza que decía el dirigente gallego que iba a generar con su simple presencia, no aparece por ningún sitio. Es más, su equipo económico, ese área que decía que iba a gestionar él personalmente, parece estar muy perdido.

España es un país serio y solvente, en el que se puede y se debe confiar, así lo defiende y lo ha defendido siempre el PSOE. Lo hacía desde el Gobierno, y ahora desde la oposición. Aunque el PP desde la oposición hizo justo lo contrario, ahora que gobierna, le pedimos a Rajoy que corte de raíz los anuncios erráticos y desmentidos en su equipo económico.

El Gobierno de España tiene la obligación de no deteriorar el prestigio de España, pero el cruce de declaraciones de los últimos días va en otra dirección. Las declaraciones del ministro Montoro, poniendo en duda la capacidad de España para cumplir con sus compromisos son el peor mensaje de confianza que puede lanzar el Gobierno de Rajoy al resto de Europa y a los mercados internacionales. La rectificación que, en cuestión de horas, se vio obligada a hacer la Vicepresidenta del Gobierno, asegurando que España sí cumplirá el objetivo de déficit este año, tampoco ayuda a dar una imagen de seriedad y rigor.

Que el Ministro de Economía diga en un prestigioso diario internacional que los presupuestos de las comunidades autónomas deberán recibir previamente luz verde del Gobierno de España, y que en cuestión de horas esa información sea rotundamente desmentida tanto por el Ministro de Hacienda como por la Vicepresidenta, no es desde luego un ejemplo de coherencia ni de seriedad.

Afortunadamente, a pesar de estas torpezas, el prestigio de nuestro país está acreditado. La misma Directora del Fondo Monetario Internacional, Christian Lagarde, defiende la solvencia de España en los medios de comunicación. Sería bueno que el Presidente Rajoy y su Gobierno contribuyeran a afianzar esa buena imagen que tiene España en el mundo, en lugar de hacer lo contrario, con esta suerte de anuncios erráticos y autodesmentidos.