Los profesionales de este medio se interesaron por mi caso y dieron voz a mi historia. Mi intención, como la de otros tantos ceutíes, era la de llegar a Ceuta temprano desde Marruecos, pero, como ya saben, el falso rumor de que una porteadora había muerto, añadido al ambiente que instigaban algunos sujetos que se encontraban en el lado marroquí de la frontera, desencadenó en una serie de acontecimientos que viví en primera persona, entre otros, como el apedreamiento indiscriminado de mi vehículo particular, insultos, hostigamiento, intento de robo y trato vejatorio por un grupo indeterminado de personas, de las cuales pude zafarme gracias a la ayuda de dos jóvenes marroquíes y de una señora.

La mañana se tornó negra por culpa de la escaramuza que se saldó con una treintena de agentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado heridos. He necesitado tiempo para asimilar lo que me sucedió, puesto que me vi en una situación de la que no creí salir con vida.

Después de lo ocurrido, quisiera agradecer tanto al delegado del Gobierno como a su Equipo de Asesores y Técnicos el interés que han mostrado hacia mi persona, una ciudadana más de Ceuta. Me gustaría dejar patente su apoyo moral a través de las llamadas telefónicas recibidas y a las gestiones que el Señor Delegado ha realizado personalmente para resolver satisfactoriamente mi situación.

Aprovecho la ocasión para agradecer, también, la encomiable labor que realizan todos los profesionales de las Fuerzas de Seguridad del Estado a diario en el desempeño de sus funciones.