Imagen de una comparecencia de la Junta.
- Desde que estalló el conflicto del Colegio Príncipe Felipe, la Junta de Personal ha venido haciendo un minucioso seguimiento de todos los hechos que se han producido, intentando, con su intervención, encontrar una solución que fuera respetuosa con todos los intereses en juego, pero que, sobre todo, fuera lo mejor para centro y para el sistema educativo en su conjunto.

Esta posición ha aconsejado nuestra prudencia mientras hemos considerado que existía una posibilidad de arreglo. Ante la evidencia de que la solución es imposible, la Junta de Personal hace público el siguiente comunicado: ¿Qué está pasando con la educación en Ceuta? Es una pregunta inquietante. Que debería preocupar a toda la sociedad ceutí. Que merece una explicación clara y convincente. Y la adopción de medidas urgentes.

¿Por qué ha dimitido el equipo directivo del Colegio Príncipe Felipe? ¿A nadie extraña la dimisión de un equipo directivo que durante años ha mostrado una actitud ejemplar, desempeñando un magnífico trabajo reconocido por todos? ¿Por qué sucede esto ahora?

La Dirección Provincial, dice que se limita a aceptar una dimisión. Se quiere presentar lo sucedido como un acto caprichoso o irresponsable del equipo directivo que ellos se han limitado a convalidar. Pero la realidad es muy diferente. La dimisión presentada es una expresión de dignidad. Dignidad herida de un excelente grupo de profesionales que luchan diariamente, durante muchos años, por defender su centro y a sus alumnos. Superando enorme dificultades y resolviendo grandes problemas con un ánimo y un entusiasmo encomiables. No se merecían el trato recibido.

Las autoridades educativas de la Ciudad no terminan de comprenderla realidad que se vive en los centros. No son capaces de valorar con el suficiente rigor el trabajo que allí se hace. Mueven datos y papeles con repelente frivolidad, sin saber interpretar correctamente lo que de ellos se desprende.

Para el director provincial no es un problema que hayan anulado las obras de ampliación del Colegio Príncipe Felipe, al que se le ha asignado una línea más sin contar con aulas para ello. Ya han tapiado y cerrado todo lo cerrable, el próximo curso nadie sabe donde impartirá clase en el nuevo grupo. Para el Director Provincial no es un problema que se haya reducido la plantilla del centro. Para el Director Provincial no es un problema que aún no se haya recibido ni un solo euro en el centro. Tampoco para el comedor. Esto se arregla con facilidad “trasvasando dinero de unas partidas a otras”. No sabemos qué pensará de ello el Delegado del Gobierno, exigente cumplidor de la ley. Pero sí es un problema que un periódico publique el cumplimiento de un acuerdo alcanzado con la propia Dirección Provincial: “Cuando se acabe el dinero, de cierra el comedor” Es una escalofriante perversión del orden de prioridades.

La dimisión del equipo directivo es una prueba viva del hartazgo que sentimos todos los docentes ante una gestión nefasta en la que no se valora para nada nuestra labor, y no se siente el menor respaldo ni apoyo ante los múltiples problemas a los que nos enfrentamos. La dimisión del equipo directivo del Príncipe Felipe es un ¡basta ya!, gritado con la voz fuerte y valiente de quienes no tienen más ataduras que el amor a su centro en el que dejan girones de su vida más allá de sus obligaciones profesionales. Por eso no se puede aceptar. Porque equivale a una claudicación, Equivale a decir que no hay solución.

La Dirección Provincial se sentirá orgulloso de su decisión. Probablemente se sienta confortable con su impecable coartada formal de “yo no he hecho nada más que aceptar su decisión”; pero debe saber, y todos los ciudadanos también, que su decisión ha supuesto un nuevo mazazo a nuestro sistema educativo. Ha escenificado que el Ministerio considera enemigo a quien lucha por su centro. Ha minado la moral de todo el colectivo, Ha desprestigiado a la administración educativa. Y lo que es mucho peor, si cabe, ha infligido un enorme daño a todas las familias cuyos hijos estudian en el Príncipe Felipe.

La Dirección Provincia ha llevado las cosas donde nunca debieron llegar.