El PP, espoleado por un espurio interés electoral, se ha fijado como objetivo político prioritario vaciar por completo el alma del pueblo de Ceuta. El Gobierno de la Ciudad pretende convertir a cada ceutí en un votante socialmente analfabeto, privado de la función de pensar, que sólo debe ocuparse de sus propios asuntos domésticos. Esta inanición intelectual es la que le garantiza su perpetuación en el poder. Todo cuanto hacen se orienta en esta dirección. Por este motivo, al Día de Ceuta, le han extirpado el carácter reivindicativo que dio sentido a su nacimiento, y lo han reducido a una fecha distante de la ciudadanía, consagrada a cultivar la amnesia colectiva. Un canto a la frivolidad disfrazada de solemnidad.
Lo ideal es que, con el paso del tiempo, se vayan borrando del imaginario común todas aquellas cuestiones que pudieran atizar la indignación. Es necesario que ningún caballa recuerde que Ceuta sigue excluida del paraguas defensivo de la OTAN. El hecho de que España (nuestro país) pertenezca a una alianza militar que se compromete a defender todo el territorio nacional menos Ceuta y Melilla, es una ofensa mayúscula inexplicable desde un elemental respeto a la dignidad. Pero como no nos atrevemos a protestar, mejor es fingir ignorancia. ¡Al fin y al cabo no es probable que haya guerra!

 

Es conveniente olvidar definitivamente, para no crear malestar, que Ceuta carece de aguas territoriales reconocidas. Una situación contraria al derecho internacional, sin parangón en la Unión Europea, que acatamos con la cabeza gacha.

 

No se debe hurgar en la herida del extinto comercio. Es cierto que Ceuta fue una Ciudad pujante, asentada sobre un consistente tejido empresarial del que ya no quedan ni los restos, y que PP y PSOE han dejado morir miserablemente sin el menor cargo de conciencia. No queda nada. Ahora disfrutamos de un sui géneris modelo económico, en el que los bien situados pugnan por un enchufe en la administración, y los menos favorecidos lampan por el subempleo clandestino o un puesto en los planes de empleo. Mientras haya dinero (público) hay vida.

 

Tampoco es bueno traer a colación que la desidia e indiferencia de los Gobiernos del PP y PSOE han conseguido que Ceuta (siendo la región con más paro de Europa) quede excluida de las zonas “objetivo uno”, lo que supone la pérdida de cuantiosos fondos europeos indispensables para promover el desarrollo económico.

 

Para alcanzar el umbral de la felicidad dibujado por nuestros gobernantes, es muy útil pasar por alto que Ceuta tiene el índice más bajo de viviendas de protección oficial, el record de fracaso escolar, el mayor déficit de equipamiento públicos registrado en España (guarderías, institutos, centros sociales, palacio de justicia…), que la carestía del paso del estrecho nos estrangula… Pequeñeces que, sin duda, se pierden de vista desde los cómodos sillones de la segunda residencia.

 

Esta estrategia explica el esfuerzo que están haciendo por borrar el último vestigio de rebeldía que nos quedaba: la lucha por la Transitoria Quinta. Para disipar la traición histórica que el PP y el PSOE han perpetrado, claudicando ante Marruecos, han elegido el método del aburrimiento. Mienten tanto, con tanto descaro y tanta falta de respeto, que la opinión ya percibe todo lo relacionado con la autonomía como un auténtico esperpento al que no merece prestar atención.

 

Nunca nos otorgarán el rango de Comunidad Autónoma; y quizá para compensar, nos van a dotar de otro régimen diferenciado a la par que extravagante. Seremos el Presidio Autónomo de Ceuta. Nos han metido a empujones en el túnel del tiempo. En la clandestinidad de sus turbios despachos, el Presidente Vivas y el Delegado del Gobierno, han pactado la construcción en Ceuta de un macro presidio de un cuarto de millón de metros cuadrados con capacidad para dos mil reclusos. Una oda a la desproporción que influirá decisivamente en el modelo futuro de Ciudad. Han actuado con mala fe. Como dato, baste decir que ni siquiera el diputado (que se supone que pertenece al PP y tiene alguna relevancia) sabía lo que estaban tramando en las oscuras cloacas del sistema. Este proyecto no ha encontrado trabas ni obstáculos. Mientras que todo lo que puede beneficiar a Ceuta siempre topa con la lentitud del aparato político administrativo, y un sin fin de excusas, en este caso todo marcha a una inusual velocidad de crucero. Hechos consumados. Es preciso acabar antes de que la población tome conciencia de lo que supone importar dos mil reclusos (de tipología desconocida en Ceuta hasta ahora) en una Ciudad plagada de problemas y carencias.

 

Como es de general conocimiento, el Rey Mohamed VI se dirige a Ceuta y Melilla llamándoles los “Presidios ocupados”. Ya hemos empezado por darle la razón en la primera parta. A este paso, terminaremos por aceptar también el término “ocupación”. Ahora, eso sí, lo haremos sin perder un ápice de ridícula pomposidad, coincidiendo con la celebración del Día de Ceuta, en el Patio de Armas engalanado y amenizado por un empalagoso discursillo de Vivas, y aplaudiendo a rabiar porque, a lo mejor como alivio, nos suben el plus de residencia.