Antes de empezar a escribir sobre cualquier tema, me gustaría agradecer al director de este nuevo medio de comunicación digital la oportunidad de ofrecerme un espacio para poder expresarme. Tengo que reconocer que me sorprendió el ofrecimiento, primero porque sus opiniones están en las antípodas de las mías, o por lo menos esa es la impresión que me ha dado tras leer muchos de sus artículos cuando escribía para el diario El Faro, aunque reconozco que me está sorprendiendo gratamente en esta nueva faceta suya de director de este medio (espero que no le ocasione problemas este último comentario que he vertido). Segundo, porque uno no está acostumbrado a que los medios de comunicación de nuestra Ciudad me cedan un espacio para poder dar mi opinión, mas bien todo lo contrario. No hay que ser muy listo para saber de que pie cojean la mayoría de los medios de nuestra tierra, solo hay que leer por encima sus líneas editoriales, artículos de opinión, etc., por no hablar de los “mercenarios de la pluma”, que ya he perdido la cuenta de los partidos políticos en los que han militado, cuya función únicamente consisten en hablar bien de Vivas y del PP y que lo único que hacen es desprestigiar la labor desempeñada por los verdaderos periodistas que existen en nuestra Ciudad, y me consta que son muchos, pero eclipsada por estos “verdugos” de la verdad. “Poderoso caballero es Don Dinero”.

No puedo prometer que mi aportación sea muy asidua, porque nunca se me ha dado bien esto de reflejar mis opiniones en papel, por lo que aprovecho anticipadamente para pediros disculpas por el estilo de mi prosa.

Una vez realizados los agradecimientos, disculpas y críticas de rigor, comencemos a tratar el tema que me ha traído hoy aquí, las políticas de juventud del Gobierno de la Ciudad. Siento no sorprenderos con otro tema más trascendente, pero para ser mi primer escrito quería hablar de algo que conozco bastante bien.

No quiero aburriros con datos numéricos ni porcentajes estadísticos, por lo que voy a intentar explicarlo de la manera más sencilla y significativamente posible. Del presupuesto general de la Ciudad para el año 2006, solamente se dedica un 0,4% a políticas de juventud, cuando en el año 1999 se dedicaba casi lo mismo pero siendo el presupuesto general menos de la mitad que el de ahora. Tengo que recordar, que la Ciudad Autónoma de Ceuta junto con la de Melilla encabezamos el ranking de las Comunidades con mayor porcentaje de jóvenes, concretamente un 23,7% de jóvenes entre 15 y 29 años de la población total. Hay que destacar también, que en anteriores legislaturas siempre ha existido una Viceconsejería de Juventud o venía recogida la palabra juventud en alguna Consejería, cosa que hoy en día no ocurre, porque las competencias de esta materia se encuentra en la Consejería de Sanidad y Bienestar Social ¿?.

¿Y con este dinero qué se hace?, pues mas bien poco o muy poco. Ya que la mayoría de las actividades vienen recogidas en un convenio que firma la Ciudad con el Instituto Nacional de la Juventud (INJUVE), en el que este organismo subvenciona una parte de casi todas las actividades que se organizan en nuestra Ciudad. Hagamos un poco de memoria y analicemos las medidas que vienen recogidas en dicho convenio:

- Oficina de emancipación juvenil

- Actividades alternativas durante el tiempo libre y de ocio los fines de semana. - Actividades verano multiaventura.

- Campo de trabajo de recuperación del litoral.

- Semana cultural-muestra joven. - Escuela de juventud “verano” y “otoño”.

- Foro joven: participación y creación.

Y las que se organizan fuera del convenio es algo meramente testimonial, como es:

- Escuela de juventud “invierno”, “primera”.

- Subvenciones a las asociaciones de jóvenes y grupos de jóvenes no asociados.

Creo que los datos son muy reveladores y hablan por si solo, me pregunto que si no fuera por esta aportación que realiza el INJUVE y que sirve de acicate para que la Ciudad se implique, ¿qué haría el Gobierno del PP de Ceuta para y por los y las jóvenes caballas?.Yo lo tengo muy claro, NADA, y a los hechos me remito.

Podemos también hablar del retraso en sacar adelante el estudio sociológico de la juventud, más de un año; de no convocar el Consejo Sectorial de la Juventud hasta casi dos años después de su primera reunión, simplemente porque la Consejera no dio su brazo a torcer, y haciendo gala de su tradicional soberbia, no aceptó llegar a un consenso con las asociaciones juveniles en sus legítimas reivindicaciones a la hora de presentar alegaciones al reglamento de funcionamiento del Consejo, que por cierto se los ha saltado a la torera recientemente a la hora de volver a convocarlo, ya que muy sospechosamente a pocos meses antes de celebrarse las elecciones autonómicas en nuestra Ciudad ha llegado a un acuerdo aceptando gran parte de las aportaciones presentadas por los colectivos juveniles y desbloqueando por fin una situación que se había enquistado única y exclusivamente por la ineptitud e ineficacia de una Consejera que le viene demasiado grande el cargo; de un Plan Integral de Juventud que en el año 2005 presentaron sus propuestas las asociaciones juveniles, y es ahora, un año después y a pocos meses de celebrarse unas elecciones, por lo que volvemos a chocar con los intereses meramente electoralistas de este Gobierno, cuando se está discutiendo con los colectivos juveniles sus aportaciones, siendo casi imposible que el borrador este finalizado para antes de aprobar los presupuestos del 2007.

En fin, creo que he dejado bien claro, y he sido comedido, de los despropósitos que reina en nuestra Ciudad con respecto a las políticas juveniles que lleva a cabo el Gobierno del PP, solamente nos queda la esperanza de que esto cambie de color para poder ver luz en este túnel sin salida en el que nos han sumido este Gobierno, porque si no tuviera la certeza de que todo esto puede cambiar a mejor, hace mucho tiempo que hubiese tirado la toalla y no seguiría luchando por los intereses de los y las jóvenes de mi tierra.

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